OLGA ESTEBAN
Domingo, 30 de octubre 2022, 01:38
Son apenas 300 y tienen que atender más de 930 parroquias. Las cuentas no salen. O sí, pero a base de muchos kilómetros, demasiadas horas en la carretera y alargar las celebraciones un mes si hace falta. En Asturias, como en el resto del país, hay cada vez menos curas, con lo que casi todos tienen que asumir varias parroquias. En las zonas rurales y entornos más despoblados lo de 'varios' parece un eufemismo. Que se lo digan a Alfredo de Diego Braga, con 27 parroquias a su cargo. El día a día es complejo. Y en fechas como estas, más. Las celebraciones católicas de Los Santos llegarán a cada parroquia y cementerio. Pero no lo harán solo el día 1 de noviembre. Ni siquiera entre el 30 de octubre y el 2 de noviembre. Los curas rurales «hacemos lo que podemos». Y eso implica en algún caso acabar con los responsos el 20 de noviembre.
Publicidad
Es quizás en estos momentos el cura asturiano con más parroquias a su cargo: 27 para él solo, con 30 cementerios «más el municipal, que también lo atiendo, así que 31». Alfredo de Diego, cura de Tineo desde 2018, tiene a su cargo «una pequeña diócesis». Bromea con el hecho de ser «un terrateniente», tomando con humor el hecho de tener que atender municipios muy distanciados entre sí, con carreteras de las que «no me quejo, aunque no son autovías» y con poca ayuda en la mayor parte de los sitios «porque casi no vive gente». Hasta el año pasado, De Diego contaba con un compañero. Ahora está solo. Y va a celebrar en los 31 cementerios. Pero necesitará casi un mes: empezó ayer las misas y las acabará el 20 de noviembre. Solo el día 1 tendrá ayuda de otro sacerdote. El resto del tiempo estarán su coche, su organización y él.
Encomendado siempre a las alturas. Así viaja César Gustavo Acuña a diario en el concejo de Allande, para moverse entre las 16 parroquias (diez de Allande organizadas en unidad pastoral y seis de Tineo) que tiene a su cargo este cura de 40 años, que se ordenó hace ocho y que ha perdido la cuenta de los kilómetros que hace. Ya casi prefiere no mirar el precio del combustible ni las rocas que pueden desprenderse a su paso y se centra en «la plena vocación y el amor al servicio». Y así es capaz de ver como una buenísima noticia que el día 1 de noviembre caiga en martes y el puente le permita repartir las 16 misas en cuatro días. Empezó ayer en Villavaser, Linares, Bustantigo y Santa Coloma. Sigue hoy en Porciles, Pola, Santiago de Cerredo y Borres. Y tendrá nueve más entre lunes y martes (porque repite en Pola). Y, claro, seguir «rezando para que no pase nada». Por el momento, «la Providencia nunca me falló». Admite este sacerdote que es todo «un desafío», pero también «una maravilla». Ante la falta de vocaciones, dice, «Dios proveerá».
Casi 50 cementerios y 43 parroquias de Cangas del Narcea se reparte este cura de 33 años con sus dos compañeros, Miguel y Sebastián. Entre los tres llegarán a todos los rincones entre este fin de semana, el martes y el próximo sábado. Nada sería posible, dice, sin «la barbaridad de kilómetros» que hacen, sin «la colaboración» de los vecinos y sin la previsión de «cosas no previstas, porque con 43 parroquias los 'por si acaso' se multiplican». Pero él «quiere atender las tradiciones y buenas costumbres. Claro que por los que se fueron se puede rezar todos los días, pero en este día nos juntamos para hacerlo y las cosas, en comunidad, tienen otra densidad». Los vecinos, coincide Juan José con el resto de curas rurales, entienden la situación. «Intento transmitir siempre que hacemos todo lo que podemos, que lo estamos dando todo. Hasta ahora, me está funcionando».
Con 'solo' nueve parroquias a su cargo, admite que «no soy de los que peor lo tienen». De hecho, este cura joven, de 30 años y ordenado ya en 2015, puede organizar en solo un par de días las celebraciones de Los Santos (el día 1 oficiará seis). Una de las más importantes para él y para los 90 niños de catequesis es la fiesta de 'Holywins', en la que los pequeños se visten de santos. Gynkana, hinchables y chocolatada para recordar lo que se celebra, «a los amigos de Dios que han pasado por el mundo haciendo el bien». Luis José solo lamenta no poderse quedar a charlar con los parroquianos algunas veces, porque la siguiente misa, a unos cuantos kilómetros, espera. O porque avisan para un funeral. «La semana pasada fueron seis».
Publicidad
Puede sentirse un privilegiado, porque solo le corresponden cinco parroquias y algún cementerio más. En tres días puede visitarlos todos, con misas y responsos. De hecho, consigue llegar todas las semanas, de viernes a domingo. «La gente comprende que al señor se le busca, no importa el día de la semana, se le encuentra», asegura. Amador incluso podrá celebrar, un año más, la fiesta del Señor de los Milagros, la más importante de Perú. Siete años hace que la feria indiana estuvo dedicada a aquel país y, desde entonces, la cofradía y sus 30 cofrades no han faltado un solo año, el último domingo de octubre, para la misa y la procesión.
3 meses por solo 1€/mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Te puede interesar
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.