Bendita variante de Pajares

La réplica de la virgen de Covadonga, realizada hace cincuenta años y bendecida por el entonces arzobispo de Oviedo Gabino Díaz Merchán, llegó puntual a la cita y realizó todo el viaje 'sentada' en el asiento 1B del coche 12. Junto a ella, el sacerdote Ángel García, conocido por todos como el Padre Ángel, fundador de la ONG Mensajeros de la Paz, Premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 1994 y titular de la madrileña parroquia de San Antón. A ella llegó, hace cincuenta años, «esta Santina desde Covadonga. La traje yo en un Seat 600, después de que la bendijera el arzobispo». Duró aquel viaje «más de ocho horas», nada que ver con las 3 horas y 29 minutos de este retorno. «Es una maravilla poder venir tan rápido y cómodo a Asturias», resaltó el Padre Ángel.

El objetivo del viaje es múltiple. Además de promocionar el uso de la variante, que supone un recorte horario en el viaje entre Asturias y Madrid, también sirvió el trayecto para bendecir esa infraestructura que ha costado más de 4.000 millones y ha supuesto más de dos décadas de trabajo. Y, por supuesto, para que cuatro personas sin recursos participaran en el viaje, para celebrar una comida de Navidad en la residencia que la ONG tiene en Ciaño.

Un viaje que ha contado con la colaboración «imprescindible» del Ministerio de Transportes . «Se hicieron cargo de todo. Le regalaron el billete a la Santina y superaron la dificultad de que la virgen no tenga DNI», algo obligatorio para poder sacar un pasaje ferroviario. «Al final, utilizaron el DNI del ministro o de un director general, pero la Santina tuvo su propio billete con asiento reservado».

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EFE/ Fernando Alvarado

El departamento que dirige el vallisoletano Óscar Puente también tramitó la autorización para la presencia de los medios de comunicación a la llegada de tan singular pasajera.

El tren fue puntual y llegaron a la hora prevista a la estación de Oviedo, donde esperaba una multitud de personas para dar una calurosa bienvendida al Padre Ángel y a la Santina. No faltó la música, que corrió a cargo de un gaitero y un coro de voces femeninas.

La imagen volverá a su casa esta misma tarde, «custodiada para que pueda volver a ocupar su lugar en la iglesia de San Antón». Una, apunta el Padre Ángel, «de las pocas de Madrid que celebró la Misa del Gallo a su hora tradicional, las doce de la noche». Pese a que reconoce que «hemos dormido poco», asegura que «eso es lo de menos, lo que importa es poder ayudar a los demás», afirmó. El cura mierense se quedará unos días en Asturias. A la Santina la esperan esta noche, además de en Belén, en Madrid.