La sanidad asturiana afrontará un gran pico de virus respiratorios durante las navidades

«Desde la pandemia, estamos todos muy preocupados por el covid. Pero lo cierto es que hay otros patógenos con los que debemos tener mucho cuidado, porque pueden ser muy problemáticos si la infección se complica», precisan virólogos de la sanidad pública asturiana, que empieza a resentirse por el aumento de consultas e ingresos hospitalarios relacionados con infecciones respiratorias. O dicho de otro modo: «No sólo hay que tenerle respeto al coronavirus».

Actualmente, de las influmuestras que llegan a los laboratorios asturianos de microbiología, la mitad de los resultados positivos en infección respiratoria se deben al VRS. El virus sincitial, de carácter estacional y muy común, cursa por lo general con síntomas leves parecidos a los de un resfriado. Aunque en personas mayores y en niños menores de dos años puede llegar a enseñar una cara más amarga.

El VRS es, de hecho, la principal causa de bronquiolitis en bebés, de ahí que este año se haya incluido en la campaña de vacunaciones una profilaxis específica para los nacidos a partir del 1 de abril. Las primeras impresiones de los facultativos apuntan a que ha disminuido el número de ingresos de recién nacidos por virus sincitial, pero «todavía es pronto para saber el verdadero efecto» de esta nueva protección vacunal, a la que este 2023 han podido acceder unos 4.000 niños.

Aunque el virus sincitial es el que predomina actualmente, la gripe ya se está abriendo camino con fuerza y los epidemiologos asturianos cuentan con que los contagios irán disparándose a lo largo de esta semana hasta alcanzar un pico infectivo entre Nochebuena y Nochevieja. Advierten e instan a la ciudadanía a recuperar las medidas básicas de higiene que se instauraron durante la pandemia. Esto es, «cuando uno tiene síntomas gripales, debe poner la mascarilla, lavarse bien las manos y evitar quedar con otra gente».

Insisten porque las infecciones por gripe, altamente transmisible y provocadas por el llamado virus influenza, están «dando fuerte» en personas de todas las edades, llegando a generar complicaciones en la tercera edad, pacientes crónicos o inmunodeprimidos y en embarazadas. Durante la semana recién finalizada, los positivos por gripe representaban en torno al 15% de las muestras recogidas. Y detrás de la inmensa mayoría de los casos diagnosticados está la gripe A, con «ligeras modificaciones» sobre las cepas incluidas en la profilaxis que se está administrando en la presente campaña vacunal.

Todo apunta a que la vacuna –también preparada frente a la gripe tipo B– «surtirá efecto» y minimizará el impacto, ya que su composición se aproxima a las variantes que actualmente circulan. Aun así, abunda la sintomatología de cansancio extremo; fiebre alta, escalofríos y tos repentina; y, en muchos casos, afección gastrointestinal, con vómitos y diarrea. «La gripe A no es ninguna broma», inciden los sanitarios del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), que empieza ya a verse saturado por la entrada de pacientes con cuadros severos de infección respiratoria tanto por coronavirus como por la gripe el tipo A.

«Era de esperar. En estas fechas es lo que toca», asume el personal sanitario. Estos días, en el HUCA, hay enfermos que esperaban en los boxes seis y siete horas hasta poder ser trasladados al área de hospitalizaciones. En solo tres días, el Servicio de Urgencias del hospital asturiano atendió a más de 1.200 pacientes, llegando incluso a batir un récord histórico, tal como publicaba esta semana EL COMERCIO, y a quedarse en algunos momentos sin camas disponibles.

Los virus respiratorios no son los únicos responsables de esta situación, pero sí constituyen un factor determinante. Al VRS y a la gripe A se suma el coronavirus, que actualmente ocupa la tercera posición en cuanto a número de infecciones generadas: en concreto, el 9% de las muestras que se analizaron la semana pasada. De los tres, la covid es el único no estacional, pues se mantiene en picos de sierra durante todo el año desde que estalló la pandemia. Sus cimas, cada vez menos pronunciadas, están muy ligadas a períodos vacacionales y fechas propicias para la relación social o las concentraciones festivas.

Además, existe un porcentaje de positivos en infección respiratoria que están desencadenados por «todo tipo de virus». Dentro de esta variada amalgama, que en conjunto supone un 26% del total de las muestras que pasan por laboratorio y a nivel individual tiene una incidencia más anecdótica, destacan los adenovirus, que pueden llegar a causar desde conjuntivitis a una neumonía. Pero «también estamos viendo parainfuenza, metaneumovirus, rinovirus, bocavirus...Ahora mismo hay un poco de todo», explican los especialistas. Incluso mutaciones que «son específicas de nuestro entorno» e imprimen en algunos de estos patógenos ciertos matices de asturianía.

El momento álgido de los virus respiratorios coincide con la falta de suministro de algunas formulaciones que son básicas en el tratamiento de gripes, infecciones y resfriados. Acontecimientos como la guerra de Ucrania, han tenido repercusiones logísticas y de producción para la industria farmacológica, que ahora tiene dificultades incluso para aprovisionarse en tiempo y forma de materiales tan elementales como los blíster en los que se presentan algunos medicamentos. Esa situación ha ido a más y algunos farmacéuticos asturianos aseguran que «nunca hemos visto una falta de stock como ésta», que afecta a las versiones efervescentes del paracetamol, antibióticos pediátricos o algunas de las marcas más populares de jarabes para la tos.