La sangre hallada en San Isidro no es del trabajador sepultado

La ventana de condiciones meteorológicas estables permitió la labor de rastreo -siempre en zonas seguras, porque persiste el riesgo de aludes- de una treintena de efectivos entre especialistas del grupo de rescate de Bomberos, la unidad canina, rescatadores del Greim de la Guardia Civil y los propios compañeros de los trabajadores de Carreteras, quienes continúan abriéndose paso con máquinas por la carretera del puerto de San Isidro desde la vertiente de Léon.

Los técnicos del dron, por su parte, continuaron trabajando con el georradar que lleva acoplado en su base, con la intención de acabar de mapear la canal por donde arrastró la avalancha la máquina quitanieves por los 200 metros del precipicio. «Hay escasa visibilidad y por eso se trabaja desde una zona más baja de la carretera para descartar los puntos en los que se tenga que realizar sondeos», explicaba Eduardo Rubio, jefe supervisor de Bomberos.

La continuidad de las labores de rescate en la zona del alud van a depender, en la jornada de hoy, de las precipitaciones previstas. El teniente de la Guardia Civil y jefe del Greim, Pablo Villabrille, indicó que «hay previsión de una borrasca que va a desestabilizar la nieve y, por lo tanto, no va a ser seguro trabajar en la zona».

Los sondeos de los rescatadores no dieron frutos positivos en el día de ayer; por lo pronto, se quiere descartar que el cuerpo de Virgilio García se encuentre cerca de la calzada del puerto (la AS-253), que es la zona a la que actualmente se puede acceder sin riesgo de sufrir avalanchas de nieve. El georradar, por otro lado, está encontrando irregularidades bajo la nieve, pero que se corresponden con falsas alarmas; hay muchos troncos y otros materiales arrastrados por la nieve. Todavía resta por barrer la parte baja de la canal.