Salud declarará como puestos de difícil cobertura algunos servicios de Enfermería

Los tres servicios tendrán esta consideración en las áreas sanitarias de Oviedo (IV) y de Gijón (V), cuyos centros de referencia son el HUCA y el Hospital de Cabueñes, respectivamente. En el caso del Oriente (VI) –Hospital Grande Covián– y de Mieres (VII) –Hospital Álvarez Buylla–, habrá incentivos sólo para las enfermeras de Hemodiálisis y Quirófano. Así figura en el plan de la Consejería para hacer más atractivas las vacantes de la sanidad pública, un documento revelado ayer por EL COMERCIO y que se está negociando con los sindicatos.

En dicho documento, se prevén mejoras económicas y laborales –que se mantendrán por un período de hasta tres años– para los médicos de 18 centros de salud de la región, de las urgencias de Atención Primaria y de una veintena de especialidades hospitalarias. El Servicio de Salud del Principado (Sespa) no se refiere a plazas concretas, sino que hace extensibles las compensaciones previstas a los servicios, equipos o unidades donde existen mayores dificultades para cubrir vacantes.

Su propuesta, en fase de borrador, se enmarca dentro de la reordenación del mapa sanitario de Asturias, que concentrará las ocho circunscripciones sanitarias actuales en tres grandes áreas de gestión. El Sindicato Médico Profesional (Simpa) considera que el documento presentado por Salud «deja muchas cuestiones pendientes de resolver» y «es insuficiente», aún cuando su secretario general, José Antonio Vidal, valora «positivamente» que se amplíe el período de retribución o que no se hable de puestos aislados, sino de servicios o especialidades.

«No se cuantifican cuáles son las necesidades de conciliación o de desplazamiento que deben ser cubiertas para mejorar la calidad de vida de quienes ocupen estos puestos. Tampoco se incluye una evaluación de cargas de trabajo ni qué complemento se aplicará como incentivo. En resumen: la música es atractiva, pero falta mucha letra», señala Vidal.

Por su parte, Sicepa-Usipa cuestiona, ya como punto de partida, el proyecto de Salud para la reforma del mapa sanitario. «No vemos ventajas reales para la ciudadanía en el nuevo modelo que plantean, y puede afectar a los derechos de los trabajadores», recalca Graciela Martínez, responsable de Sanidad en esta organización sindical. «No creemos en la fusión de áreas sanitarias», incide. En cuanto a la regulación de los puestos de difícil cobertura, pone el foco en las enfermeras y dice «no entender» por qué los incentivos se limitan a determinadas áreas y servicios, cuando «existe un gran déficit de profesionales, como consecuencia del tratamiento que ha recibido el personal de Enfermería».

Según defiende Martínez, «hay que buscar soluciones definitivas, más creativas, como se está haciendo en otras comunidades». Por ejemplo: «El concurso de méritos sería una buena manera» de consolidar las plazas que no despiertan interés. Desde el Sindicato de Enfermería Satse, Belén García también se subraya que «la difícil cobertura no afecta a una única categoría profesional, no sólo es una problemática de los facultativos». Y barre para casa: «Las enfermeras también la padecen y en muchos períodos del año son habituales los descubiertos, especialmente en las alas».

También se pronuncia sobre el borrador del Sespa Felipe Piedra, portavoz del sindicato CSIF en materia sanitaria. «Hay que revisar los criterios que se establecen para declarar un puesto de difícil cobertura», afirma. En su opinión, deberían tenerse en cuenta, por ejemplo, «la atención continuada, la frecuentación de las consultas, el número de pacientes, la sobrecarga estacional de algunos sitios....». Además, «están todavía sin definir las retribuciones económicas» y la relación de puestos que aporta el Sespa «no está consensuada con los sindicatos».

Que «hay muchos elementos importantes que definir» es una valoración que también comparte Adrián Redondo, responsable de Acción Sindical de la Federación de Sanidad de CC. OO. Elementos que «si no quedan bien atados pueden llevar a una aplicación contraria a los intereses de los trabajadores» sanitarios y «y nosotros no negociaremos nada que suponga mermas laborales». En cualquier caso, «de un tiempo a esta parte, la Administración ha roto en varias ocasiones la confidencialidad que nos piden, creando un clima de desconfianza y ninguneo a los representantes de los trabajadores», afea la responsable de salud de UGT, Tatiana Soto. Así que «no vamos a valorar la propuesta hasta acabar la negociación, porque nos tomamos en serio este proceso».