Secciones
Servicios
Destacamos
«Transcurridos cuarenta años desde la aprobación del primer Mapa Sanitario, y habiendo alcanzado un alto nivel de accesibilidad de la ciudadanía a los dispositivos sanitarios con independencia de su zona de residencia, gracias a una potente red de infraestructuras hospitalarias y de Atención ... Primaria, varios factores aconsejan su revisión». Así arranca el documento que la Consejería de Salud somete a información pública desde hoy para que ciudadanos y entidades puedan presentar cuantas alegaciones consideren oportunas. Es un paso obligado de la tramitación administrativa que deberá finalizar con la aprobación, en Consejo de Gobierno, de un nuevo mapa sanitario que entre en vigor en el primer trimestre de 2025 y que reduce a tres las áreas sanitarias de la región.
Entre los motivos alegados hay modificaciones normativas pero también «cambios sociodemográficos, tecnológicos y de infraestructuras que aconsejan la revisión de la demarcación territorial basada en ocho Áreas de Salud». Apunta el decreto a la evolución «decreciente» de la sociedad, el envejecimiento y la mayor esperanza de vida, con todo lo que ello supone de «cambio en los patrones epidemiológicos». Los fines últimos son la «equidad, seguridad y calidad del servicio sanitario prestado a la ciudadanía».
Todo ello lleva a proponer el principal cambio que supone el nuevo mapa y que ya es conocido: convertir las actuales ocho áreas sanitarias en tres, cada una de ellas con un hospital de referencia. El nuevo mapa se dibuja así: Área I Occidente, con cabecera en Avilés (el San Agustín como referencia y Jarrio en el área); Área II Centro-Suroccidente, con cabecera en Oviedo (HUCA como referencia y, dentro del área, también los hospitales Carmen y Severo Ochoa y Álvarez Buylla). El Área III Oriente, con cabecera en Gijón y hospital de referencia el de Cabueñes, tendrá dos distritos. El 1, con el hospital de Jove, y el 2, con Grande Covián y Valle del Nalón. Cada área se dividirá en Zonas Básicas de Salud, Zonas Especiales de Salud y Distritos de Salud, detalladas en el documento que sale a información pública. Como también se detalla la cartera de servicios clínicos de los hospitales (uno de los objetivos de la reordenación es ampliar la carteras de servicios en las distintas áreas).
En la práctica, eso supone que Oviedo y el centro de la región se fusionarán con el suroccidente y la cuenca del Caudal; el Oriente y el valle del Nalón pasarán a formar parte de la misma unidad de gestión que Gijón, Villaviciosa y Carreño, y la comarca de Avilés compartirá área sanitaria con el Noroccidente asturiano.
Se habla en el documento de mejorar la atención a la salud de la persona, «en términos de calidad y seguridad», y también de lograr una mayor eficiencia y «optimización de recursos». Y, en este sentido, la memoria económica recoge que el proyecto supondrá un ahorro de 605.866 euros anuales en concepto de retribuciones de cargos directivos. Este ahorro llega por dos vías. En primer lugar, porque se pasa de tener ocho equipos directivos, a tres. Y, en segundo, porque existe una disposición transitoria que recoge la equiparación retributiva de los tres equipos. Se trata, reza el documento, de una cifra «teórica» que no tiene en cuenta posibles situaciones como la reducción de subdirecciones (cuestión esta que obligaría a una modificación de la plantilla orgánica).
Estos son los ahorros a corto plazo, aunque se esperan otros a largo plazo, sin cuantificar aún, «que derivarán de las ganancias de eficiencia». Contribuirán a ello la eliminación de duplicidades y la centralización de «servicios no asistenciales», como las compras y gestión de suministros.
Lo que sí deja claro el documento es que no se prevé un «aumento del gasto público» y que «los pequeños costes iniciales se compensarán con los ahorros generados». No se prevé la construcción de nuevos hospitales ni centros de salud y, en caso de que fueran necesarias adecuaciones de espacios, serían «de dimensión muy menor» y financiadas con cargo al presupuesto ordinario del Sespa. Tampoco habrá modificaciones retributivas ni contratación de personal, dado que la «reorganización territorial no afecta al volumen de la plantilla ni a la masa salarial».
Con todo, «se prevé que la mejora en la planificación y la eficiencia del uso de los recursos contribuya a la sostenibilidad financiera del sistema sanitario asturiano».
Junto con el texto del decreto, se someten a información pública en estos próximos 20 días la memoria justificativa y la económica, el informe de evaluación de impacto de género y el de impacto en la infancia, adolescencia y familia.
«La aprobación del primer Mapa Sanitario del Principado de Asturias mediante el Decreto 112/1984, de 6 de septiembre, supuso un hito en la planificación y ordenación territorial de la sanidad pública asturiana, al establecer las bases para el despliegue de la red de centros sanitarios públicos a lo largo y ancho de la región». Un 'hito', no obstante, que data de 1984. Y la Asturias de hoy no es la de hace 40 años.
En estas cuatro décadas, aquel mapa ha sufrido ocho modificaciones parciales, «que han consistido mayoritariamente en adaptaciones de las estructuras territoriales a las exigencias reales de la población». A esas modificaciones se añadió en 2022 el decreto que regulaba la organización de los equipos de Atención Primaria del Sespa, que supuso la derogación de parte del articulado del decreto original.
Aquel mismo año, 1984, se aprobó la Ley General de Sanidad, que recogía la creación de las Áreas de Salud «como estructuras fundamentales del sistema sanitario, responsabilizadas de la gestión unitaria de los centros y establecimientos del Servicio de Salud en su demarcación territorial y de las prestaciones sanitarias y programas sanitarios a desarrollar por ellos». En la delimitación de las áreas había que tener en cuenta «factores geográficos, socioeconómicos, demográficos, laborales, epidemiológicos, culturales, climatológicos y de dotación de vías y medios de comunicación, así como las instalaciones sanitarias».
La ley establecía una horquilla de población de entre 200.000 y 250.000 personas por área. El mapa actual recoge seis áreas con una población inferior a esas cifras y dos con cifras superiores. En las tres que resultan de la modificación, dos tendrán un volumen de población superior a esa horquilla y una, inferior.
Al margen de esas modificaciones, el mapa se mantenía intacto desde hace 40 años. Con el nuevo, defiende el Principado, se garantiza una «mayor accesibilidad» a la asistencia sanitaria, mediante la ampliación de la cartera de servicios, el trabajo en red y una «mejor planificación de los recursos humanos».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.