SUSANA D. TEJEDOR
GIJÓN.
Sábado, 12 de diciembre 2020, 03:12
Los seis hosteleros encerrados en la iglesia de San Pedro desde el pasado día 4 de diciembre, abandonarán hoy su postura y saldrán al exterior a las cinco de la tarde, según se decidió ayer al mediodía en el seno de Asturias Suma.
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Tras ... siete días, Liliana Bermúdez, Borja Gil, Jenri William Álvarez, José Amador Medina, Jorge Blanco y Daniel Rujas dan por concluida su protesta en el templo, aunque no sus reivindicaciones. «Son unos impresentables, desde las mesas de despacho es muy fácil ver las cosas, todo es muy diferente». Así de enfadado se mostraba Jorge Blanco, a unas horas de la salida. «Estamos cansados porque te das cuenta de que les damos igual, que no les importan nuestras peticiones, ni nuestras necesidades. No hemos recibido ni una llamada de los mandos, ni un mensaje, para ellos somos un cero a la izquierda».
Una vez conocidas las últimas medidas decretadas por el Gobierno del Principado, que permiten el cierre de los locales a partir del lunes, y tras largas reuniones entre los protagonistas del encierro y miembros de Asturias Suma, se ha decidido seguir otro camino. «Hay que continuar luchado de otra manera». No nos vamos a rendir», puntualizaba el presidente de la asociación, Jacobo Méndez.
A las cinco de la tarde saldrán al exterior, tal y como anunciaron a través de un vídeo que grabaron en el patio de la iglesia nada más tomar la decisión del abandono. «No nos vamos a rendir», clamaba el presidente de Asturias Suma porque «los políticos, ellos sí que no son esenciales».
Blanco recordaba ayer que «en verano, la hostelería asturiana era un ejemplo para España y ahora, cuando les interesa, somos los que contagiamos. Hay que ser coherentes: ni antes éramos los mejores ni ahora somos los peores».
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Méndez insiste en que «la línea de ruta es nefasta y por eso, los ánimos están mal. Tanto a nivel local como regional están demostrando que no dan la talla, que no están a la altura, por eso no nos vamos a rendir». Eso sí, asegura que «hay que pelear de otra manera porque está claro que esta apertura del lunes es un cierre encubierto».
Han sido días duros de encierro. Buen talante y relación entre los seis encerrados, pero desanimados porque «no vemos que se esté buscando una salida», apunta Blanco.
Todos claman que «nos sentimos engañados, estafados y desprotegidos» y dicen que se ven obligados a salir de su encierro por «las medidas que nos impone el Principado porque las condiciones de los Ertes nos obligan a abrir aunque sabemos que no va a ser rentable».
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Esta tarde a las cinco, los seis saldrán por la puerta del que fue su alojamiento durante más de una semana.
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