«Cuando sales de Asturias comprendes que es un paraíso, pero no el único»

Lunes, 27 de enero 2020, 03:56

-Después de varios años en la República Dominicana, ahora vive en Madrid. El suyo, invierno caribeño, verano Cantábrico, ¿no era el plan de vida perfecto?

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-Sigue siendo mi aspiración. Después de pasar el invierno en chanclas cuesta acostumbrarse.

-Durante esos años allí, ¿ ... se sintió un emigrante?

-Soy un gaitero viajero privilegiado, una vez cada dos meses o menos volvía a Asturias, así que no me considero ningún emigrante. Lo que sí tuve fue el privilegio de compartir mucho con los emigrantes que estuvieron en Santo Domingo y La Habana, lo viví desde muy cerca, pero no me fui a trabajar en un colmado, no puedo comparar esa vida tan dura con cuatro años de privilegio.

-¿Cambia la manera de ver Asturias vivir lejos de ella?

-Los asturianos solemos vivir en el estado mental llamado Asturias. Yo tengo familia en Santo Domingo, tengo un primo, Pepín Suárez, que vive mentalmente en Asturias, hasta el punto que te manda un WhatsApp de «murió fulanito». Nació en Santo Domingo y, sin embargo, sigue volviendo día tras día. Cuando sales de Asturias comprendes que vives en un paraíso que no ye el único, que no somos lo mejor del mundo.

-¿Qué más tendríamos que hacernos mirar los asturianos?

-Eso solo lo aprendes del viaje, que debería ser obligatorio para todos. Los asturianos decimos mucho: «Yo digoilo a la cara», algo que nos cataloga como gente muy sincera. Pues bien, el exceso de sinceridad no aporta nada, si yo veo una persona virola de un güeyu, con la oreya torcida y que le fiede el aliento, si la quiero mucho se lo diré, pero igual me lo callo y eso no quiere decir que lo esté haciendo mal.

-¿Qué enseñanza se llevó de allí?

-El aprendizaje de la paciencia.

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