Robles pasa revista a las tropas de Cabo Noval sin «autoridades civiles»

Recibida con todos los honores por el coronel jefe Pedro Luis Gutiérrez, la ministra participó en un amplio programa de actividades organizado en su honor en el que se incluyó la interpretación del himno nacional a cargo de la Banda de Guerra y una exhibición del vuelo de 'Xana', un águila harris que se ha convertido en la mascota del acuartelamiento puesto que su aspecto es similar al de un azor, que es el símbolo de la Brigada.

En plena polémica por el 'caso Pegasus', la ministra no fue recibida por ninguna autoridad civil asturiana, algo que generó todo tipo de especulaciones. Máxime, después de que la portavoz del Gobierno, Melania Álvarez, justificara la ausencia del Ejecutivo regional por una cuestión de «encuadre o encaje de agendas». Horas más tarde, el propio presidente del Principado, Adrián Barbón, daba en sus redes sociales otra versión de los hechos y atribuía al carácter militar de la visita de la ministra la ausencia de toda autoridad civil. La misma versión que se daba por parte de la Delegación del Gobierno. Lo que sí se permitió en el acuartelamiento fue la presencia de medios de comunicación para dejar constancia gráfica de su «visita de trabajo», pero sin la posibilidad de que se le formularan preguntas.

Robles llegó a Siero media hora antes de lo previsto con un programa apretado de algo más de dos horas que sirvió para mostrarle las principales instalaciones del recinto militar, en el que conviven unos 1.300 efectivos, y mostrarle la actividad que se lleva a cabo en él. Se le explicó que el regimiento ha ido creciendo en los últimos años en personal y en material, por lo que se ha quedado pequeño en cuanto a infraestructuras, lo que ha motivado la construcción de un nuevo edificio anexo, actualmente en obras. Robles mostró interés tanto por el estado de las instalaciones como por la labor realizada por el personal y mantuvo un breve pero distendido encuentro con un grupo destacado por diferentes motivos.

Concretamente, saludó al cabo primero Efrén Longoria, de quien se destaca su participación en la operación Balmis, al servicio de la sociedad civil para controlar el avance de la pandemia, siendo protagonista de una de las imágenes más emotivas del confinamiento, ayudando a una mujer de avanzada edad a llevar las bolsas de la compra hasta su casa, en Gijón. También conversó brevemente con el soldado Carlos Arévalo, miembro del equipo olímpico español de piragüismo y medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Saludó, igualmente, al cabo primero Javier Fernández, que pertenece al equipo de atletismo del Ejército de Tierra y a la soldado María Amparo Zapico, campeona de cross militar JEAPRE. La ministra también felicitó a los dos integrantes del regimiento, el cabo Héctor Bruces y el soldado Manuel Cuevas, por su actuación en un rescate tras desatarse un incendio en una residencia de ancianos cercana al acuartelamiento el pasado abril. Y, por último, a los participantes en la Misión Baluarte, el capitán José Carlos López, el sargento César A. López, el cabo Beatriz Estébanez y el soldado Borja Barbón, por su labor como rastreadores durante la pandemia.

La visita incluyó un espectacular simulacro sobre atención táctica a víctimas de combate, con grandes dosis de realismo, y en el que participaron varios efectivos. Se trataba de mostrar las técnicas y procedimientos sanitarios de los que se ofrece formación en este regimiento -desde hace tres años y como unidad de referencia- para personal militar no facultativo para el tratamiento de heridos en zona de combate y bajo fuego enemigo. «La actuación de los tres o cuatro primeros minutos es decisiva para evitar bajas», subrayó el alférez Duarte Serrano, médico reservista voluntario encargado de ofrecer la formación al personal del regimiento y de explicar paso por paso a la ministra el proceder de los soldados durante el simulacro.