El reto demográfico vuelve a la Conferencia de Presidentes hoy tras cuatro años ausente

«El gobierno se mantiene firme en la defensa de los intereses de los asturianos», indicó la portavoz del Principado, Melania Álvarez. El presidente Barbón acudirá a la cita por lealtad institucional y como «muestra de lo que somos, un gobierno que está a lo que tiene que estar», agregó.

La última vez que el máximo órgano de cooperación entre administraciones españolas abordó el reto demográfico fue su VI conferencia, del año 2017. El debate concluyó con un acuerdo según el cual el Ejecutivo central se comprometía a aprobar ese mismo curso una Estrategia Nacional frente al Reto Demográfico.

Cuatro años y medio después, está previsto que Pedro Sánchez aproveche la cita para desgranar, precisamente, la Estrategia Nacional de Reto Demográfico. Según el Ejecutivo central, el documento «se alinea» también con el Plan de Medidas presentado en marzo pasado, y del que dijo que «destinará más de 10.000 millones y 130 políticas activas a luchar contra la despoblación».

Más allá del abuso de formatos y documentos, la suma se corresponde al 10% del Plan de Recuperación presentado por España y aprobado por la Comisión Europea. Entre las medidas están financiar rehabilitaciones en municipios de menos de 5.000 habitantes, acelerar el despliegue de la banda ancha, y consigna 650 millones para crear más plazas en el primer ciclo de educación infantil.

En el último pleno de la Junta General, Barbón indicó que las comunidades del noroeste habían solicitado una conferencia «exclusivamente» para el reto demográfico. «Yo espero que haya una política verdaderamente de país de reto demográfico», apremió el mes pasado.

El presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, ha dicho que aprovechará la cita para proponer que la vacunación contra el covid sea obligatoria. Su homólogo gallego, Alberto Núñez Feijóo, considera que una conferencia debe ir precedida de mesas de trabajo y lo de hoy «es una reunión, no una conferencia de presidentes». Con todo dijo que aprovecharía los cinco minutos que tiene cada presidente para hablar en la cita.