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Varios camioneros aguardan en la gasolinera de Villallana a que se reabra la autopista del Huerna. J. M. PARDO

Resignación de los camioneros atrapados en Lena: «No hay solución para la nieve»

La Guardia Civil habilitó un carril de la A-66 en dirección a León para permitir la parada de los vehículos que no podían circular a la meseta

A. FUENTE

VILLALLANA (LENA).

Jueves, 19 de enero 2023, 01:26

Los pocos coches que circulaban en la mañana de ayer desde León a Asturias por la autopista del Huerna (AP-66) lo hacían cubiertos totalmente de nieve. En sentido contrario, en dirección a la meseta, ya desde el enlace de Ujo (Mieres), patrullas de ... la Guardia Civil de Tráfico detenían a los camiones y los estacionaban en el carril derecho, formando así una larga procesión. La gasolinera de Villallana en Lena ya tenía al completo la zona en la que habitualmente se detienen los camiones. «No queda otra, solo esperar». Con mucha resignación, decenas de camioneros aguardaban a la reapertura de la autopista y del puerto de Pajares (N-630), rutas azotadas por la nieve. Los vehículos pesados se iban embolsando ante la restricción para circular.

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Algunos de estos camioneros ya tuvieron que detenerse en Lena la madrugada anterior; la mayoría, indicaba un agente de la Guardia Civil, se estaban parando desde la mañana, ante la imposibilidad de circular hacia la meseta al declararse el nivel rojo de alerta.

Héctor Arnaldo se dirigía a León desde Avilés con una carga de ácido sulfúrico. Estaba parado en Villallana desde las diez de la mañana. «No sabemos cuándo podremos recuperar la marcha, debe de estar muy mal allí arriba», señalaba. «Esto es lo de todos los años; el aparcamiento específico que están construyendo -de carácter invernal para camiones ante este tipo de situaciones, al lado de la autovía y junto a la gasolinera- será una solución importante para este tipo de eventualidades.

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Pero esperemos que tenga al menos unos aseos, que no hagan una campa como en todos los lados y no se pueda ni ir al servicio». En el interior del establecimiento de la gasolinera, se resguardaban algunos de los profesionales de la carretera. En la tienda, compraban embutidos y algo de pan, y se sentaban ante la pequeña mesa disponible. Dos compañeros de la empresa Alimerka, que iban a León y a Valladolid, llevaban desde las cinco de la madrugada retenidos. «Esto va a ser siempre así, no va a cambiar. Cada vez que caen unos copos, aquí nos paran».

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