Los rescatadores llegan a cien metros de la zona del alud

Los efectivos del Grupo de Rescate de Bomberos accedieron, con los investigadores y el hijo del trabajador desaparecido, y los responsables de la empresa GAM que están participando de forma altruista con sus dispositivos de vuelo, hasta una zona segura desde la que se ha podido trabajar. Por un lado se ha comprobado cómo responden las baterías de los aparatos, que les dan la autonomía de vuelo, con el frío. Por otro, se ha podido volar y tomar imágenes de la zona. Se ha recorrido el área en el que se espera realizar la búsqueda; será tomando imágenes, con el objetivo de poder recrear un modelo digital, en 3D, del terreno. Este modelo se implementará con un software del propio dron, al que se le instale el georradar el día de la búsqueda, lo que le permitirá reconocer previamente el terreno. Todos estos pasos se podrán dar una vez se analice y estudie el material recogido.

¿Cómo funciona? El dron, una vez tenga el georradar instalado, hará barridos del terreno a una altitud de entre metro y metro y medio. Tiene una capacidad de exploración de seis metros de profundidad bajo la nieve. El gerente del servicio de emergencias, Óscar Rodríguez, admitía que el uso de este dispositivo es «algo novedoso» en la región. También se está contando con el asesoramiento telefónico de un especialista noruego, Joachim Hovland (que quedó sepultado por un alud y que ahora se dedica a los rescates). Se cuenta con la ayuda de la Universidad de Oviedo, con un profesor que cuenta con amplia experiencia con este tipo de equipos, José Paulino Fernández.

El problema, explicaba el rescatador Rafael Viña, es que el georradar puede ofrecer varios ubicaciones, ya que podría señalar como objetivo los restos de animales muertos. Pero aún detectando un punto de búsqueda, no se accederá a la zona hasta que ésta sea segura.

Hasta el puesto de mando avanzado de Felechosa se aceró el presidente del Principado, Adrián Barbón, para conocer los detalles del operativo.