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Encuentro del presidente del Principado de Asturias con la Redacción de EL COMERCIO
Viajeros llegando a Gijón en el primer S-106 Avlo operador por Renfe, el pasado 22 de julio. Jesús Manuel Pardo
Renfe se harta y reclamará a Talgo por los constantes fallos del AVE a Asturias

Renfe se harta y reclamará a Talgo por los constantes fallos del AVE a Asturias

Valora el daño reputacional y el dinero devuelto a los viajeros y «no descarta» acudir a la vía judicial. El incidente ayer que derivó en que los usuarios rompieran los cristales para tener algo de ventilación «es la gota que colma el vaso», dice el ministro Óscar Puente

Ramón Muñiz

Gijón

Martes, 6 de agosto 2024, 13:50

Un tren S-106 Avlo Valencia-Madrid quedó averiado el lunes en un túnel cerca de Chamartín, dejando a sus 494 viajeros sin luz ni aire acondicionado más de dos horas. Se alcanzaron los 36 grados, se acabó la remesa de agua, hubo ataques de ansiedad y críos llorando. Algunos pasajeros rompieron los cristales de la ventanilla para ganar ventilación. El caso ha hecho reaccionar al ministro de Transportes, Óscar Puente, y a la propia Renfe. La empresa pública lanzó un comunicado contra el fabricante Talgo, anticipando que pedirá compensaciones económicas «por las incidencias de los nuevos trenes S106». Estas unidades prestan el servicio AVE y Avlo en cinco líneas, entre ellas la Gijón-Madrid.

Sostiene Renfe que el problema cerca de Chamartín «se une al incremento de graves incidencias técnicas en los trenes S106», y que se encuentra «cuantificando el daño reputacional y en indemnizaciones que está sufriendo la compañía por la situación derivada de las incidencias reiteradas de la Serie 106. Esto podría ser objeto de una demanda adicional de daños y perjuicios».

Desde que el 21 de mayo empezara a estrenar la nueva familia de trenes S-106 han completado 1.761 circulaciones por todo el país. «La puntualidad de los trenes de Alta Velocidad y Larga Distancia de Renfe se encuentra en el 76,2%, mientras que la puntualidad de los trenes S106 es del 40,72 %», reveló el ministro. La estadística considera puntuales solo los que llegan a destino con un máximo de tres minutos de demora. Puente reconoció que lo ocurrido en Chamartín es «la gota que colma el vaso», y que los trenes estrenados hace 78 días «están dando infinidad de problemas que sufren los usuarios y deterioran la imagen del servicio». Un dato: Renfe ha recibido por ahora 22 unidades, pero solo tiene la mitad operativos; los otros los reserva para socorrer a los primeros porque a un S-106 solo lo puede remolcar otro S-106.

Los habituales de la ruta Asturias-Madrid conocen bien el asunto. Este martes el AVE que salió de Gijón a las 11.30 hacia Madrid y Castellón acumuló una demora de 25 minutos, similar al que hacía la ruta en sentido inverso; el Avlo Madrid-Gijón rondó los quince minutos. El AVE Gijón-Madrid-Vinaroz hace la ruta más larga operada con S-106 en todo el país y rara es la vez que no arrastra demoras importantes. Eso sí, no es S-106 todo lo que se retrasa; un Alvia de la línea también alargó el recorrido 16 minutos más de lo debido.

Asientos duros y parones

Las obras en Chamartín y una programación ajustada provocan que a poco que haya una incidencia los maquinistas se queden sin margen para recuperar tiempo en el resto de la ruta y deban seguir acumulando retraso por tener que dejar vía libre a otros trenes que sí van en hora.

A ese inconveniente general se suman los problemas del S-106. En la ruta Asturias-Madrid es habitual que se quede parado y sin electricidad varios minutos o que las puertas no cierren bien y retrasen la salida. A ello se suman quejas sobre la comodidad de los asientos, el pobre funcionamiento de la pantalla de entretenimiento y las aglomeraciones en el coche cafetería en el AVE.

El sindicato CGT remitió una carta al presidente de Renfe identificado 20 fallos a corregir, entre los que destacan las averías y el ruido, además de la queja por el hecho de que en el tren Avlo el interventor no cuente con personal de apoyo. La misiva indica que al inicio los trenes llevaban a ingenieros de Talgo a bordo para resolver las incidencias, asistencia que el fabricante ha subcontratado ahora a Alsa Rail.

En Renfe aseguran haber solicitado a Talgo que reponga sus ingenieros, arregle los problemas de software y mejore los asientos, sin resultado. La postura oficial de la empresa (y del propio ministro) era esperar, dar margen y seguir defendiendo que una empresa española ha fabricado el primer tren del mundo capaz de alcanzar los 330 kilómetros por hora tanto en vías de ancho ibérico como estándar. Además de vender 'marca España', se quería proteger a Talgo frente a la OPA de la húngara Magyar Vagon.

La paciencia se ha agotado y ahora Renfe prepara una nueva reclamación. Se sumaría a la iniciada por importe de 112 millones por el retraso en la entrega de los trenes, que está agotando la fase de conciliación previa a ir al juzgado. En su último informe de cuentas Talgo aseguraba no haber recibido por el momento reclamación formal.

Al margen del pulso entre las empresas, el comunicado de Renfe dice estar elaborando un «informe de fiabilidad sobre la operación global de la Serie 106, con el objeto de tomar las medidas de ajuste operativo oportunas ante las incidencias desde su puesta en marcha». Entre las opciones posibles está poner más personal a bordo en el Avlo, incrementar el suministro de agua o hacer reajustes horarios para ganar margen en caso de nueva incidencia.

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