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P. SUÁREZ
gijón.
Sábado, 7 de marzo 2020, 03:15
Los delitos informáticos preocupan, y mucho, a la justicia. Así lo evidenció ayer la fiscal superior de Asturias, Esther Fernández, durante la presentación de la memoria de 2018 en la Junta General del Principado. «Las redes sociales son peligrosísimas cuando ... se utilizan mal. Se puede cometer cualquier delito y la cantidad de casos que se escapan sin que se sepa el autor son muchos. Hay muchos casos en los que la impunidad es total», alertó a la vez que recomendaba reforzar el control sobre el uso de estos medios.
Como bien avanzó su protagonista minutos antes de que diese comienzo su intervención, la comisión no serviría para obtener conclusiones de entidad en cuanto a resultados -«los datos están obsoletos»-, aunque sí permitió hacer un repaso sobre los principales temas de actualidad en el ámbito de la justicia. Uno de ellos, de carácter nacional, es la nueva Ley de libertad sexual propuesta por el Gobierno. «No me la he estudiado a fondo, pero estoy de acuerdo con las críticas que se le han hecho. Se olvidan los tipos agravados y eso también es muy importante», explicó Fernández, quien se mostró contundente respecto al debate surgido a raíz de un aspecto tan fundamental en este tipo de casos como es el consentimiento. «Al final va a ser lo mismo, interpretar. Un consentimiento válido es aquel que es expreso y claro. No hace falta decir lo que ya se sabe que es. Todos sabemos lo que es un consentimiento. Ponerlo es redundar en algo que ya se sabía», consideró la fiscal superior.
En este sentido, y de regreso al ámbito regional, a Fernández se le preguntó por el volumen de denuncias falsas registradas por delitos de violencia de género. «Ha habido algún caso, pero, desde luego, no llama la atención», dijo.
Otro de los temas que abordaron los grupos parlamentarios fue el crimen de Sheila Barrero y la queja formal que la familia ha elevado a la fiscal general del Estado, Dolores Delgado. La fiscal superior se mostró comprensiva con respecto al dolor de la familia, que sigue sin ver en el banquillo al autor o autora del terrible asesinato.
«Si a mí me pasase lo mismo estaría igual, desesperada. Es muy doloroso y muy frustrante. A día de hoy las cosas están como están. Este caso ha sido visto por muchas personas y todas han dicho lo mismo. El informe de la fiscal es bueno. No obstante, las salidas de tono y las actitudes de la familia me parecen normales», resumió.
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