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Se iban dos de los grandes, Sandra Velarde al frente del vicerrectorado de Sostenibilidad, Movilidad y Medio Ambiente, y Antonio Fueyo del de Investigación, y el rector, Ignacio Villaverde, lo puso de relieve, agradeciendo a ambos «de corazón su compromiso con este proyecto de gobierno ... universitario», porque «han tenido que asumir retos de enorme calado, enfrentándose Sandra a una universidad que no había adoptado medidas efectivas de sostenibilidad medioambiental ni de eficiencia energética; y Totó (Fueyo), a una universidad que se encontraba ante un crecimiento exponencial de su actividad investigadora sin los medios adecuados», indicó.
Se ha avanzado mucho, y de hecho Inés Peñuelas lleva ya meses trabajando en relevo de Sandra Velarde, y el rector también agradeció este viernes «la generosidad» de las dos nuevas vicerrectoras. «No es fácil encontrar personas que, en estas circunstancias, asuman el desafío de incorporarse a un equipo superado el ecuador de su mandato. Pero sé que son personas de talante, inteligentes, comprometidas y tenaces», dijo. «La tarea es ardua. Pero no es menor ni vuestra capacidad y sentido del deber, ni vuestra determinación en llevarla a buen término», indicó.
Por su parte, Inés Peñuelas subrayó que, «tras unos meses trabajando ya en el vicerrectorado, estamos consolidando las cifras de ahorro energético, que se traducen en ahorro económico, gracias a las medidas tomadas y al esfuerzo realizado por la comunidad universitaria» y ratificó la intención de seguir trabajando en esa vía, que ya ha supuesto un ahorro de 2,5 millones de euros para la institución académica en el último año. «Se trata de construir una Universidad de Oviedo más sostenible y eficiente: ya estamos trabajando en la instalación de fotovoltaica en todos los campus; avanzando en una red de calor a través de 'district heating', y hemos instalado sensores en todos los edificios de la universidad para tener datos concretos de consumo».
Peñuelas anunció que «la Universidad de Oviedo se someterá a una auditoria energética que forma parte de un proyecto europeo y que concluirá con una batería de medidas para mejorar la situación en este ámbito».
Díaz, por su lado, dijo que afronta con ilusión la gestión de un vicerrectorado que «implica el estar al servicio de una de las mejores cosas que tiene nuestra universidad: su tejido investigador». Y añadió algo que podría parecer un perogrullo, pero que no lo es. Su objetivo es conseguir «que los investigadores investiguen». Que tengan todas las facilidades para hacerlo.
Añadió que «la Universidad de Oviedo ha incrementado su actividad investigadora, hay más grupos y se ha mejorado la captación de proyectos de investigación, por eso resulta básico simplificar procedimientos existentes y crear nuevos que faciliten la gestión». Y como el movimiento se demuestra andando, indicó que «ya estamos realizando cambios en la estructura del vicerrectorado para adaptarnos a la situación actual de la universidad».
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