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CHELO TUYA
GIJÓN.
Jueves, 1 de noviembre 2018, 16:45
«El puente está muy flojo. Los proveedores están poniendo ofertas de última hora». Mónica Blanco dirige una agencia de viajes de turismo receptivo. Es decir, se encarga de traer visitas al Principado. Y lamenta que «pese a ser un puente muy interesante, está ... muy flojo». Tanto que en la principal central de reservas solo Gijón tiene una tasa de ocupación superior al 70%. Oviedo y Avilés tienen gran disponibilidad de alojamiento, lo que lleva a Asturias a iniciar la escapada vacacional con una media de ocupación del 71%. Pese a superar, con creces, las previsiones de la hotelería gallega, se queda por debajo de las pernoctaciones vendidas en Cantabria, que llega al 74%, y del País Vasco, situado ya en el 94%.
«Nosotros llegaremos al 84%», confirma Beatriz Cimadevilla, la propietaria del gijonés Hotel San Miguel. «Tendremos buenas cifras, pero por las fiestas de Halloween que organizamos», apunta Tony Amieva, gerente del mayor camping de Asturias, el Municipal de Deva. No obstante, Cimadevilla tiene claro que «la imagen que hemos dado estos días, con el temporal, además de la falta de conexiones afecta mucho». Tanto que todos confirman la caída de reservas «después del mes de septiembre que tuvimos».
Así lo asegura la portavoz del Clúster de Turismo Rural, Ana Soberón, que ve como las cifras del INE respaldan su sensación. El último mes del verano, los alojamientos rurales sufrieron un descenso del 2,4% en reservas respecto al mismo mes, pero de 2017. Pese a que Asturias volvió a ser en septiembre líder en reservas, solo superada por Baleares (177.837), Castilla y León (145.333) y Andalucía (127.150) supone una resta media diaria de 77 pernoctaciones. Una caída que es aún mayor si se analiza todo el verano. No se recuperaron las casas y los hoteles rurales del batacazo de julio, por lo que concluyeron el trimestre con un 2,2% menos de clientes y un 6,1% menos de reservas.
De hecho, en septiembre solo los campings tuvieron un buen resultado, con crecimientos del 25 y del 28% en clientes y reservas, respectivamente. «Fue todo gracias al buen tiempo», reconoce Tony Amieva que teme «estos últimos meses del año».
Unos en los que Asturias será la única comunidad del norte sin conexiones aéreas internacionales. «Lo que se une a la falta de alta velocidad ferroviaria y los peajes de la autovía», reprocha Cimadevilla.
Situación que hace difícil que en los dos últimos meses del verano se pueda remontar el descenso registrado ya por el sector turístico asturiano entre enero y septiembre.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) señala que, en los primeros meses del año, la región recibió 1.901.524 turistas y comercializó 4.716.770 pernoctaciones, lo que suponen descensos del 1,9 y 3,2%, respectivamente.
Así lo reconoce el Gobierno regional, como que el empleo en el sector «bajó un 1,7% en septiembre». En esa línea, el director general de Comercio y Turismo, Julio González Zapico, anunció que el Principado «mantendrá el impulso para aproximarse a los datos de 2017», que supusieron los más altos de los obtenidos por el sector turístico asturiano hasta la fecha.
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