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«Se va un hombre fundamental en la historia de Asturias». Fueron las primeras palabras del presidente del Principado tras conocer el fallecimiento de quien fuera arzobispo de Oviedo, Gabino Díaz Merchán desde 1969 a 2002 y además presidente de la Conferencia Episcopal Española de ... 1981 a 1987.
Barbón no dudó en calificar a Díaz Merchán como el «arzobispo de la concordia». También resaltó que fue «el hombre que abrió los brazos al que pensaba diferente, que respetaba a todos». Y, sobre todo, supo acercar la Iglesia a la nueva etapa democrática«.
«Oviedo tiene que estar triste hoy», decía, por su parte, el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli. «Vino desde Toledo y se quedó en Asturias toda su vida», añadió. A su labor de acercamiento se refería también la alcaldesa de Gijón, la socialista Ana González, quien señaló que «fue un arzobispo que entendió la importancia de la democracia en nuestro país y trabajó desde la Iglesia para construirla».
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Su homóloga en Avilés, la también socialista Mariví Monteserín, aseguró que le tenía «mucho aprecio». «Fue sin duda el arzobispo que mejor entendió Asturias», indicó la regidora, que añadió que «en el tiempo tan complejo que le tocó gestionar desde su posición nos comprendió a los jóvenes de la época y a los trabajadores». «Comprendió los cambios y los supo liderar desde una Iglesia comprometida con la sociedad la democracia y la libertad», destacó. «Fue una gran persona, lo echaremos de menos», reconoció.
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La alcaldesa de Langreo, Carmen Arbesú, también tuvo palabras de recuerdo para quien fuera arzobispo de Oviedo. «Sobre su papel en la Iglesia de Asturias y de España durante la transición, habrá voces más autorizadas que la mía para ponderar dónde llegó su importancia y su influencia para la renovación de la jerarquía después del franquismo. Lo que en Asturias sabemos seguro es que fue una persona con una innegable preocupación por las cuestiones sociales, por las condiciones de vida de las personas, al margen de sus creencias religiosas, y por el bienestar de las capas más bajas de la sociedad», explicó.
«Para las Cuencas y para Langreo es icónica su implicación en el conflicto laboral de Duro Felguera en los años 80, su apoyo y su visita a los trabajadores que se encerraron en la Catedral y aquel gomeru que aceptó como regalo», recordó la alcaldesa de Langreo.
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