El presidente del Principado, Adrián Barbón, y el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, entran juntos a la Basílica para la misa. DAMIÁN ARIENZA

«Ya quisiera que niños abortados o enfermos eutanasiados tuvieran la protección de los toros»

El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, carga en Covadonga contra las leyes «sin demanda ni debate» que «siguen sembrando crispación»

GLORIA POMARADA

COVADONGA.

Jueves, 9 de septiembre 2021, 05:30

La del 8 de septiembre en Covadonga no acostumbra a ser una homilía que pase desapercibida. El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, ofreció ayer durante la misa celebrada en la Basílica otro discurso cargado de críticas, focalizadas esta vez en la ley de la ... eutanasia y el aborto. «Ya quisiera yo que niños abortados o ancianos y enfermos eutanasiados sin paliativos tuvieran la legislación protectora que se les brinda a los toros», afirmó Sanz Montes. Y, continuando con la comparación taurina, aseveró que es «mal asunto cuando la estocada se da en el seno materno o cuando en el dolor terminal se da la puntilla al enfermo, eso es otra corrida subvencionada». En referencia a esas normativas estatales que regulan la eutanasia y el aborto sostuvo además que son «leyes sin demanda ni debate, demasiado oportunistas para la demagogia gubernamental, que siguen sembrando crispación y una impuesta transformación de la sociedad al albur de ideologías varias».

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El arzobispo tuvo, asimismo, palabras para la situación internacional y la «inestable paz entre los pueblos». Lamentó la actitud de «algunos fundamentalistas de turbante o turbadores de guante blanco» hacia «las mujeres y las niñas especialmente», así como con los cristianos a quienes aquellos «degüellan sin miramiento ante la indiferencia internacional».

En clave regional, Sanz Montes alabó, como ya hiciese en la homilía del pasado año, la respuesta del Principado ante la pandemia. Si bien la situación sanitaria «nos sigue llamando a la prudencia y la responsabilidad», en Asturias «apunta maneras por la gestión que está haciendo nuestro gobierno regional y la generosa colaboración ciudadana», dijo.

Sostuvo, no obstante, que «hay otros escenarios menos halagüeños», entre los que citó el paro, especialmente el juvenil; el precio de la luz, «cuyas facturas nos apagan», o la baja tasa de natalidad, que hace de la región «la más envejecida de España». También en materia autonómica reivindicó la fiesta del 8 de septiembre, «fecha que pacífica y agradecidamente celebramos en Asturias desde hace tantos años». De la «festividad de la Santina, día de esta Asturias querida» destacó además su vertiente de «festejo cristiano y social».

Reconquista ante intrusiones

En una temporada estival que llega a su fin con cifras al alza de turistas, tanto en el conjunto de Asturias como en el propio santuario, Sanz Montes ensalzó que la región haya sido el «lugar elegido» por visitantes nacionales e internacionales durante la «holganza veraniega». Las bazas de Asturias las atribuyó a la «belleza natural» y la «bondad de nuestra gente». «Siempre crece mi admiración por nuestra gente asturiana: noble y sincera, acogedora y simpática», alabó el religioso madrileño. Destacó también el papel de una historia que «no hay que inventar ni volver a escribir con tinta de ideología. Son los valores que hemos adquirido de nuestros mayores y la reconquista de lo que vale la pena cuando alguien nos zarandea y nos invade con intrusiones advenedizas», señaló.

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Por segundo año consecutivo, los actos que conmemoran la festividad de Nuestra Señora de Covadonga quedaron reducidos a la misa celebrada en la Basílica, con aforo reducido a la mitad aproximadamente de las quinientas plazas previas a la pandemia, si bien fuera del templo se habilitaron asientos para seguir la eucaristía en pantallas. Faltó de nuevo la tradicional procesión a la Santa Cueva, así como la ofrenda.

El acto religioso del Día de Asturias fue seguido en la Basílica por el presidente del Principado, Adrián Barbón; acompañado en primera fila por el alcalde de Cangas de Onís, el popular José Manuel González Castro. La eucaristía contó, además, con una amplia representación política e institucional: la vicepresidenta de la Junta General, Celia Fernández; el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TJSA), Jesús María Chamorro; la fiscal superior del Principado, Esther Fernández; el jefe de la Zona de Asturias de la Guardia Civil, Francisco Javier Puerta; la jefa superior de la Policía Nacional de Asturias, Luisa María Benvenuty; el delegado de Defensa en Asturias, Juan Luis González Martín; el jefe del Regimiento 'Príncipe' número 3, Alfonso Pardo de Santayana, y el comandante naval de Gijón, Luis Vicente Márquez.

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Gaitas y Escolanía

Del ámbito político estuvieron presentes la presidenta del PP de Asturias, Teresa Mallada, así como los diputados populares por el oriente Javier Brea y José Manuel Felgueres. De Foro acudieron su presidenta, Carmen Moriyón y el diputado Adrián Pumares; mientras que la representación de Ciudadanos contó con los parlamentarios Sergio García y Susana Fernández y la de Vox con los diputado autonómicos Ignacio Blanco y Sara Álvarez Rouco y el nacional José María Figaredo.

La eucaristía fue concelebrada por el abad de Covadonga, Adolfo Mariño, con presencia también de una veintena de sacerdotes de diversas parroquias, el Cabildo al completo y vicarios, así como los dos seminaristas. El acompañamiento musical corrió a cargo del organista Fernando Álvarez, las voces blancas de la Escolanía dirigida por Jorge de la Vega y la Banda de Gaitas Ciudad Cangas de Onís.

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