Suana Al-Halabí | Profesora de Psicología de la Universidad

«Debería haber psicólogo en los entornos educativos»

–La noticia de su beca llega justo después de conocer que los centros educativos han notificado, desde diciembre de 2022 456 situaciones de riesgo.

–Es un tema muy sensible ahora.

–¿Por qué ha pasado a serlo? ¿Por qué hemos empezado a ocuparnos de ello?

–A veces, determinados fenómenos sociales toman protagonismo. Lo tomó la salud mental a raíz de la covid, aunque el suicidio no es solo una cuestión de salud mental, sino de salud social, de valores, de cuidado mutuo... Hay una especial sensibilización con una causa de muerte que es prevenible. Pero también debemos evitar una sobreexposición del tema.

–Se habla más del suicidio y, en particular, del suicidio entre la población más joven.

–Ha habido un aumento de los casos en la población adolescente y juvenil. Es innegable y es un drama. Pero no hay que olvidar que en otras etapas de la vida la prevalencia es mucho mayor, como en las personas mayores, y apenas reciben atención de la opinión pública. Es verdad que los jóvenes son nuestro capital del futuro, pero no olvidemos a los demás.

–Desde los centros educativos vienen advirtiendo del aumento de los problemas de salud mental, pero ellos no tienen las herramientas para afrontarlos.

–Los centros educativos son el lugar ideal para la intervención. Los profesores son los primeros adultos, más allá de la familia, que pueden tomar conciencia del malestar. Habría que analizar muy bien cuál es el origen de ese malestar. Pero en este punto es pertinente reclamar la figura del profesional de la psicología en los entornos educativos.

–¿Su programa se basa en la prevención?

–Prevención escolar universal. Con el grupo PRISMA de la Universidad de La Rioja hemos diseñado un programa que vamos a aplicar y evaluar en centros educativos de Asturias, de las etapas de ESO y Bachillerato. Porque eso es crucial: hay que evaluar los programas de prevención con criterios rigurosos, para ver si realmente funcionan. Tendremos diversos grupos de control y evaluación a medio plazo.

–¿Habrá formación?

–No, se trata de un entrenamiento a los alumnos en competencias sociales y emocionales, para aprender a manejarse con las dificultades, a tomar buenas decisiones...

–¿A gestionar emociones?

–Sí. Porque para prevenir el suicidio no hace falta hablar del suicidio. Se puede hablar de que el malestar es pasajero, de ser buen amigo, de que hay que evitar el acoso, no burlarse... Ofrecerles espacios de escucha y de cuidado.