Prorrogan la prisión al supuesto inductor del crimen de Ardines por «riesgo de fuga»

Pedro Nieva, el presunto inductor del crimen del concejal Javier Ardines, continuará en prisión provisional en Vizcaya a la espera de la celebración del juicio. Así lo ha determinado la Audiencia Provincial de Asturias, cuyo tribunal ha desestimado el recurso presentado por su abogado por el cual solicitaba su puesta en libertad. «Cuenta con contactos en el submundo de la delincuencia que podrían facilitarle la huida y la ocultación», argumentan en el auto para explicar un posible riesgo de fuga por parte del acusado.

Pese a que la representación legal de Pedro Nieva alegaba que tenía lazos familiares y laborales que le vincularían a su lugar de residencia, el tribunal considera que «ante la perspectiva de poder ser condenado a pena privativa de libertad alta, cualquiera puede plantearse el romper con sus vínculos más importantes como medio para evitar o retrasar su enjuiciamiento, pareciendo oportuno recordar que la fuga que trata de evitar el citado precepto no solo consiste en que la persona contra la que se dirige el procedimiento abandone el territorio nacional o el espacio dentro Schengen, pues se materializará también cuando se deslocalice dentro del mismo situándose en paradero desconocido, de forma que impida o al menos entorpezca su tramitación», detalla la resolución judicial.

La jueza de instrucción de Llanes cree, a la vista de las pruebas recabadas por Guardia Civil, que Pedro Nieva encargó a dos sicarios matar a Javier Ardines por celos. Al parecer, la víctima mantenía una relación con la mujer del ahora acusado desde hacía años. Contactó con los presuntos autores materiales del crimen a través de un amigo, J. M. B., ambos residentes en Amorebieta (Vizcaya).

Los cuatro permanecen en prisión preventiva. En Suiza se encuentra uno de los dos supuestos sicarios, que en el momento de la detención estaba encarcelado en el país helvético por un delito de robo. Aún no ha sido extraditado pese a las dos solicitudes por parte de la Justicia española. Por ese motivo, el procedimiento de instrucción se está ralentizando. La jueza de Llanes aún no ha podido tomarle declaración a uno de los dos argelinos que, supuestamente, ejecutaron el asesinato del edil de Izquierda Unida, de 52 años.

El crimen tuvo lugar la madrugada del 16 de agosto de 2018, cuando Javier Ardines salía de su casa en Belmonte de Pría como cada día para conducir hasta el puerto de Llanes, desde donde partiría con su embarcación a faenar. Le obstaculizaron el camino con vallas de obra para que tuviera que apearse de la furgoneta. Fue en ese momento cuando los agresores le sorprendieron por detrás en plena oscuridad, le golpearon brutalmente con un bate de béisbol en la cabeza y en las piernas y le rociaron con un spray de pimienta para intentar aturdirle. Aún con todo, la enorme fortaleza física de hombre de mar curtido, le posibilitó echar a correr. Los asesinos le alcanzaron a unos 60 metros y le asfixiaron hasta cerciorarse de que estaba muerto. Acto seguido, se subieron al vehículo que tenían en las inmediaciones y condujeron directos hasta Bilbao. Las arduas investigaciones llevadas a cabo por la Guardia Civil permitieron detener a los cuatro sospechosos seis meses después.