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ANA MORIYÓN
OVIEDO.
Domingo, 10 de julio 2022, 01:17
Ana Cárcaba (Soto de Ribera, 1972) afronta una nueva negociación presupuestaria, la última de esta legislatura, consciente del escollo que supone hacerlo en año preelectoral, pero dispuesta a pelear hasta el último momento. Una prórroga presupuestaria, advierte la consejera de Hacienda y profesora universitaria, ... supondría «dificultades importantes» en la gestión de los fondos europeos, vitales para la recuperación económica de esta región.
-Barbón es pesimista con respecto a la negociación de los presupuestos de 2023. ¿Usted?
-El presidente lo que está haciendo es verbalizar una sensación que todos podemos tener en un año preelectoral, en el que a la oposición le resulta más complicado llegar a acuerdos con el partido que está en el Gobierno. Pero el presidente también ha sido claro y ha dicho que eso no significa que renunciemos a elaborar y negociar ese presupuesto. Vamos a poner sobre la mesa todo el esfuerzo posible, igual que lo hicimos en los tres años anteriores.
-Lo que les sobran son ofrecimientos para negociar. ¿Los ve sinceros?
-Espero que sí.
-¿Algunos más que otros?
-(Risas) Cuando un grupo manifiesta una intención en sede parlamentaria entiendo que es cierta y real.
-La Consejería de Hacienda ya ha dado el pistoletazo de salida y la orden para que las demás consejerías empiecen a plantear propuestas. ¿Sobre qué techo de gasto se trabaja?
-Todavía es pronto para dar esa cifra.
-Pero sabrá al menos si serán cuentas expansivas, o no...
-Estamos en los primeros pasos para elaborar el borrador del anteproyecto y lo primero que hay que conocer son las necesidades de los centros gestores y, a la par, elaborar el escenario de ingresos en base a estimaciones y datos estadísticos. Aún no se puede hacer ese cálculo.
-Dice que es pronto, pero tienen hasta el 30 de septiembre para presentar el borrador. ¿Cumplirán los plazos por primera vez?
-Vamos a tratar de cumplir los plazos establecidos y a elaborar el anteproyecto de ley con la mayor premura posible. Hay un factor importante este año, el adelanto del Debate del Estado de la Región, que creo que va a facilitar que se puedan agilizar los plazos de cara a abrir el periodo de negociación.
-¿Antes del Debate del Estado de la Región, a principios de septiembre, no se plantean iniciar los contactos?
-Es complicado iniciar las negociaciones antes de esa fecha, pero no imposible, ni descartable.
-¿De qué nos sirve un presupuesto expansivo, como lo fue el de 2021, si luego no se ejecuta totalmente?
-La ejecución total de 2021 fue del 92%, si bien la ejecución de la inversión se situó en torno al 62%. Son datos similares a los del resto de las comunidades porque hemos tenido que enfrentarnos a dificultades muy parecidas. Además de los retrasos ordinarios, nos encontramos con problemas a la hora de licitar y adjudicar actuaciones que tuvieron que ver con la coyuntura económica y, en nuestro caso, nos hemos enfrentado a un concurso de traslados que ha movido a cerca de 1.000 funcionarios. ¿Estamos conformes con la ejecución? No. Y por eso estamos haciendo todo lo posible para que esas cifras mejoren este año, aunque eso no lo vamos a poder saber hasta que acabe el ejercicio ya que, como sabe cualquier gestor de administración pública, el primer semestre es un periodo dedicado a elaborar pliegos e iniciar las adjudicaciones.
-¿Cómo va el ritmo de ejecución de 2022?
-En estos momentos, con los datos de junio, ya se han licitado 408 millones de euros, 81 más que el año anterior a estas alturas, y de ellos 278 millones ya se han adjudicado. Estamos hablando de un porcentaje de licitación superior al 60% y de adjudicación de cerca del 40% en la primera mitad del año. Esto, teniendo en cuenta que, por la propia dinámica de la tramitación presupuestaria, es en el segundo semestre cuando se concentra el mayor porcentaje de ejecución.
-Los grupos de la derecha piden rebajas fiscales para reactivar la economía. ¿Hay margen para este tipo de medidas?
-Lo primero que hay que dejar claro es que la comunidad tiene muy poco margen de actuación sobre la tributación que afecta al ámbito empresarial, pero también que el Principado ya ha puesto en marcha, de cara a paliar los efectos de la inflación, medidas allí donde tenía capacidad, como la suspensión de tasas a los sectores más perjudicados.
-La medida está prevista hasta final de año. ¿Mantendrán esta supresión el próximo año?
-Vamos a decidirlo en función de cómo evoluciona la situación económica nacional e internacional. No descartamos que, a final del año, decidamos continuar con esa medida.
-La oposición pide apoyo a la industria asturiana a través de los presupuestos autonómicos. ¿Se le ocurre cómo hacerlo?
-El Principado lleva a cabo una defensa total de la industria de nuestra región allí donde va y la tiene muy presente a la hora de identificar los proyectos estratégicos para su financiación con cargo a los fondos europeos. También existe un claro apoyo a través de todas las políticas puestas en marcha por parte de la Consejería de Industria, pero poco margen tiene la comunidad autónoma frente a determinadas decisiones que se escapan de nuestras competencias. Nuestra capacidad llega hasta donde puede llegar.
-¿Debe seguir reforzándose el escudo social, como exigen Podemos e IU?
-La inversión social es la seña de identidad de este Gobierno. Estamos haciendo un esfuerzo importante pero, si es necesario, revisaremos qué otras medidas se pueden poner en marcha.
-IU insiste en la aplicación de tasas verdes. ¿Son viables?
-Nunca cerramos la puerta al estudio y al análisis de ninguna propuesta en el ámbito tributario, pero es complicado aplicar en el ámbito autonómico medidas de este tipo. Nosotros creemos que debe ser la Administración central, que además ha manifestado la intención de avanzar en fiscalidad medioambiental, quien debe dar el paso necesario para crear ese marco común que necesitamos.
-¿Sin presupuestos de nuevo cuño, corren peligro los fondos europeos?
-Una prórroga presupuestaria generaría importantes dificultades para incorporar todos aquellos fondos del Mecanismo para la Recuperación y la Resiliencia correspondientes a los ejercicios siguientes. Trabajar con prórroga, algo que afortunadamente en esta legislatura no hemos tenido que hacer, implica dificultades muy importantes en la gestión y también a la hora de poner en marcha acciones no previstas que, en los últimos años, han sido muy habituales.
-Se habla constantemente de contención del capítulo uno. ¿Basta con mantener el gasto actual en personal o hay que reducirlo?
-El capitulo uno absorbe una parte muy importante de nuestro presupuesto y ha ido incrementando el porcentaje del presupuesto que se lleva. Pero nos dedicamos a prestar servicios públicos que son intensivos en capítulo uno y, por lo tanto, es lógico que así sea. Cuando decimos que es necesaria una contención del capitulo uno queremos decir que hay que hacer una revisión para tratar de optimizar el uso de los recursos, pero optimizar no significa en ningún caso reducirlo.
-Usted, que es de números, ¿alguna cuenta habrá hecho con respecto al gasto que implicaría la oficialidad?
-Le aseguro que la Consejería de Hacienda no ha hecho ningún cálculo porque, para poder hacerlo, lo primero que necesitamos es tener una propuesta sobre la mesa sobre qué va a implicar en términos presupuestarios.
-¿Dígame entonces qué margen hay en unos presupuestos como los asturianos para invertir en la oficialidad?
-La Consejería de Hacienda no decide las políticas, nuestra labor es indicar cuáles son las limitaciones y, dentro de esas limitaciones, el Gobierno decide cuáles son las políticas prioritarias.
-¿Asturias es un infierno fiscal?
-Es un discurso que ha ido calando y que, sin embargo, los datos y la realidad no lo avalan. Nuestra presión fiscal está por debajo de la media de los países de la UE y, a nivel regional, tenemos una presión inferior a la media tanto si tenemos en cuenta los tributos propios como si añadimos los cedidos. Cuando se habla de la fiscalidad elevada de Asturias se utilizan como base trabajos realizados sobre el impuesto de Sucesiones sobre un caso concreto, el del heredero directo de 800.000 euros, que en absoluto es representativo en Asturias. Aquí la media del importe de las herencias está entre los 50.000 y los 60.000 euros.Y, en este caso, no se pagaría nada. Es cierto que cuando se trata de herencias elevadas la presión fiscal es más alta, pero porque defendemos un modelo progresivo.
-Entonces, si la presión fiscal no es elevada en Asturias, ¿por qué tanta crítica al dumping fiscal de Madrid?
-Porque tomar este tipo de decisiones en el ámbito fiscal desvirtúa nuestro sistema tributario, reduce los recursos de todos para prestar servicios y, además, envía un mensaje erróneo y preocupante, ya que mientras a nivel internacional defendemos que no deben existir territorios atractivos para contribuyentes que lo que buscan es eludir el pago de impuestos, no podemos verlo defendible en nuestro territorio. Es peligroso, además, banalizar con lo que significa pagar impuestos. No podemos demonizar el pago de impuestos porque hacerlo significa demonizar la obtención de recursos para poder prestar los servicios públicos.
-¿Cómo estamos en lo relativo a la deuda?
-Cerramos el año 2021 con una reducción bastante importante de la deuda tanto en porcentaje, en torno a dos puntos, como en términos absolutos, unos 80 millones. Somos en este momento la cuarta comunidad autónoma de régimen común con menor porcentaje de deuda, del 18,9% sobre el PIB, y siete puntos porcentuales por debajo de la media, que está en torno al 26%.
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