El Principado es tajante: «Todos estos incendios han sido provocados»

Es más, el responsable del Sepa afirmaba que «es ahora la época de quema de pastos y de limpieza de montes; marzo es el mes, estadísticamente, con más cantidad de incendios forestales en el Principado». A este fenómeno, por un lado, hay que sumar los efectos del cambio climático y, también, «el abandono de las zonas rurales, lo que conlleva un incremento en la carga de combustible en los montes».

¿Este tipo de situaciones, se pueden prevenir? Rodríguez aseguraba –señalando que se trata de una opinión personal tras treinta años trabajando en el Servicio de Emergencias– que hace falta «mucha concienciación e intentar sensibilizar a las personas del daño que, en algunos casos, se produce en los propios terrenos. Muchos quedan totalmente lesionados». Indicó que es cierto que «se trata de una costumbre, que es algo que siempre se hizo y hay que convivir con ella. Pero hay un nuevo paradigma, que los incendios que son controlados, sin fuerte viento del sur, no vienen mal, porque nos sirven como puntos estratégicos de gestión». No obstante, afirma que al respecto hay varias opiniones. «En Cataluña están favoreciendo quemas bajo supervisión, porque cuando llegan vientos brutales, el fuego es imparable».

«Y claro que hay un abandono del monte, la población antes los limpiaba. Pero ya no quedan habitantes en las zonas rurales, en las que solo queda gente mayor y con esa carga de combustible, el peligro está ahí», declaraba el responsable del servicio regional. «Los incendios eran menores porque se convivía en los montes hace treinta años». En este caso, la prevención es complicada. «Habría que hacer limpiezas todos los días del año. Y eso lleva dinero y habría que sacarlo de otras partidas. No obstante, yo sé que Medio Rural se esfuerza en ese sentido, porque trabajamos codo con codo. Pero estamos en Asturias, y hoy quema y el año que viene estará otra vez para arder. Es muy complicado detenerlo. La única fórmula válida es que no den fuego», apuntaba.

Antes de la llegada de las precipitaciones, el gerente del Sepa aseguraba que no había incendios en la región que supusieran amenaza alguna para las personas ni para bienes de interés ambiental (en zonas protegidas).

En el oriente, fueron ocho los concejos que registraron incendios forestales. Uno de los más virulentos estuvo en Ribadesella, concretamente en la zona de Calabrez, donde trabajaron el jefe de Zona de Bomberos y efectivos de los parques de Llanes y Villaviciosa, así como un helicóptero de Bomberos de Asturias. También la Brif de Ruente fue activada por la mañana para acudir a ese foco. Vecinos de Calabrez indicaron que el fuego no llegó en ningún momento al valle ni amenazó pueblos. Apuntaron además que el humo era visible hacia Nocéu y que los bomberos estuvieron pendientes toda la noche.

En Llanes, las llamas se podían divisar, la noche del viernes, desde la villa, si bien el fuego tampoco llegó a amenazar núcleos habitados. Los incendios, activos y sin peligro, estuvieron en la cara norte del Cuera, El Mazucu y Ardisana. En el concejo de Amieva estuvieron pendientes de revisión los focos de Santillán y Coto de Angón y, en Cabrales, el de Arangas. En Cangas de Onís, bomberos del parque local trabajaron en el incendio de Perlleces y pendientes de revisar estaban los de La Boria y Llerices. En la misma situación se encontraban el de Sirviella, en Onís, y el de Collía, en Parres. En el concejo parragués seguía activo el fuego de Cofiño hasta la llegada de la lluvia. En Piloña, por su parte, se contabilizan nueve. Los bomberos del parque piloñés trabajaron en la extinción del fuego de Lozana.

En el occidente asturiano, la jornada comenzó con riesgo muy alto de incendio en la costa y algunos focos activos en el interior. En concreto, en la localidad de Begega, en el municipio de Belmonte de Miranda, trabajaron sin descanso varios efectivos de Bomberos del parque de Grado. La parroquia de Valleciello, en Cangas del Narcea, también registró a un incendio activo, y se revisó en el municipio el fuego que el viernes afectó a la zona de Valmayor.

El Principado declaró, el pasado jueves por la noche, el paso a fase de emergencia del Plan de Incendios Forestales del Principado (Infopa). El motivo era la previsión meteorológica con viento sur y ascenso de temperaturas. El Plan permanecía activado en fase de alerta, previa a la emergencia, desde el pasado 15 de enero y se activa de forma automática, anualmente, coincidiendo con las épocas de peligro, entre el 15 de enero y el 30 de abril y entre el 15 de julio y el 15 de octubre.