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Asturias registró el año pasado 876 nuevos casos de cáncer de mama, convirtiéndose así en la comunidad autónoma donde mayor tasa de incidencia tiene esta patología oncológica. Y la tendencia que observan los especialistas apunta a un aumento progresivo del número de diagnósticos, que, en el Principado, también es más acusado que en el resto de España.
Hoy, Día Mundial del Cáncer de Mama, ese dato cobra especial relevancia y ayuda a entender la dimensión de un problema de salud que constituye la principal causa de muerte en las mujeres (sólo el 1% se detecta en hombres). «Que la población asturiana sea la más envejecida de España influye en que aquí la tasa de incidencia sea tan elevada, en este tipo de cáncer y en todos», explica Yolanda Calero, presidenta autonómica de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC). «Aunque nos estamos encontrando con que cada vez afecta a mujeres más jóvenes», advierte.
De ahí la importancia de hacerse mamografías de control, algo en lo que insisten una y otra vez los médicos, los colectivos de pacientes y las autoridades sanitarias. El programa de cribado que desarrolla el Servicio de Salud del Principado ofrece exploraciones diagnósticas mediante imagen de rayos x a todas las mujeres a partir de los 50 años. Cada año se realizan más de 50.000. Pero, según Yolanda Calero, «hay mujeres que no acuden, sobre todo se está viendo en gente joven. Y por Dios, que acudan».
La tasa de incidencia en el Principado es de 166 casos por 100.000 habitantes, 22 más que la media nacional. No obstante, hay otros datos más favorables que también describen cuál es la situación del cáncer de mama en la región. Por ejemplo, el de la prevalencia a cinco años vista. Es decir, cuántas mujeres sobreviviven a la enfermedad cinco años después de ser diagnosticiadas. «En España, son 620 por cada 100.000 habitantes y en Asturias 707. Así que se estamos haciendo las cosas bien», destaca la presidenta de AECC en la región.
Yolanda Calero aporta otro dato a tener en cuenta, el de la mortalidad, que «se ha reducido desde 2012», fecha en la que comenzaron los registros oficiales. «El cáncer de mama tiene buen pronóstico y una supervivencia del 86%», apunta, «pero eso no significa que se cure ni tampoco que haya que bajar la guardia con las mamografías de control».
Aprovecha Calero la celebración del Día Mundial del Cáncer de Mama para recordar, además, que «hay que concienciarse y llevar una vida saludable. En la tasa de incidencia no sólo influye el envejecimiento. También intervienen factores exógenos que tienen que ver con el medio ambiente». Entendiendo como medio ambiente «lo que respiramos, lo que comemos, lo que bebemos, si fumamos...». En ese cúmulo de variables, el tabaco tiene mención aparte: «Es significativo que se haya reducido el tabaquismo en los hombres y que las mujeres cada vez fumen más».
Las estadísticas pueden llegar a ser muy esclarecedoras. Y, de hecho, Asturias es, además de la comunidad más envejecida, la que presenta tasas más elevadas de obesidad, consumo de alcohol y tabaquismo. En cualquier caso, desde AECC consideran que «no hay por qué sentirse culpables» ante un diagnóstico oncológico. «Es habitual en los cánceres de mama metastásicos. Las mujeres piensan en lo que dejaron de hacer o en si hicieron algo mal; en por qué no fueron antes a una mamografía; en si los médicos habrán acertado...», cuenta Yolanda Calero. Y lo cierto es que, «por desgracia, seguimos sin saber por qué hay tumores que se comportan así y no responden a los tratamientos» convencionales.
Se calcula que entre el 20% y el 30% de los cánceres de mama diagnosticiados deriva en un proceso de metástasis, que generalmente afecta a huesos, pulmón, hígado o cerebro. «Este tipo de tumores no tiene cura, pero tampoco hay que pensar que te ha caido una sentencia de muerte», tranquiliza la presidenta de AECC Asturias. «Actualmente, pueden tratarse con distintos fármacos, que ayudan a tener controlado el cáncer. Es como una carrera de fondo. Yo conozco a mujeres que sobreviven después de 14 años del diagnóstico», asegura.
Los avances en la investigación del cáncer de mama invitan a la esperanza. Yolanda Calero pone en valor los logros conseguidos en inmunoterapia, con tratamientos que fortalecen el sistema de defensas del paciente armándole con linfocitos 'killer'. O la radioterapia de precisión, que reduce las lesiones en los tejidos y órganos circundantes. Y también «se están haciendo cosas muy potentes» para plantarle cara a los tumores más agresivos o para rebajar la toxicidad de los terapias convencionales. «La investigación es crucial» y, aunque «se está avanzando mucho», es necesario que «se invierta más», recuerdan los pacientes a las administraciones públicas.
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