CARLOS BERNAL
TINEO.
Sábado, 15 de octubre 2022, 01:07
«Insuficiente». Esta es la nota con la que tres de las ocho asociaciones colaboradoras de pesca deportiva fluvial en Asturias calificaron la normativa que la el Gobierno regional pretende implantar en 2023 respecto a la pesca del salmón. Una normativa que presentará en el Consejo de Pesca del próximo 20 de octubre y que nace con la habitual polémica que cada año genera este tipo de reglamentación. En esta ocasión, por dos propuestas: establecer cupos por ríos, es decir, una especie de cuota similar a la que se establece para otras especies, como la merluza; y el contro, de acceso a las zonas libres para evitar la masificación en ellas.
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La medida ya cuenta con el suspenso de al menos tres de las ocho asociaciones colaboradoras en el consejo regional. Son la Real Asociación Asturiana de Pesca Fluvial, presidida por Joaquín Alperi; la Asociación de Pescadores El Banzao, que lidera Pablo Osendi, la Asociación Fuentes del Narcea, con Román Herrero al frente. Según aseguraron, las medidas planteadas son «insuficientes», aunque reconocen que «se va por el camino correcto» y queda aún tiempo para negociar, señalaron los tres representantes de estas asociaaciones en el coto de pesca intensivo de 'El Arenero'.
Cupos
Asignación por ríos: el Principado plantea asignar a cada río un máximo de capturas por temporada. Una vez completada, solo se permitiría la pesca sin muerte.
Dos por pescador: también plantea limitar a dos las capturas por pescador y temporada.
Zonas libres
Accesos: un mayor control de los accesos mediante la concesión de unos pases que se concederán mediante sorteo público.
Las tres asociaciones representan a 2.750 pescadores, es decir, el 50% de los pescadores que practican la pesca deportiva en Asturias. Los tres presidentes consideran que el nuevo marco jurídico que plantea el Pincipado debería ser más estricto en cuanto a dos cuestiones: sobre el número de pescadores por día y zona, así como en el número de capturas por muerte y temporada.
Según la propuesta que plantea Medio Ambiente, la próxima temporada podría haber un cupo máximo de capturas por cada río. Es decir, cada cauce tendría asignado un número concreto de ejemplares que podrían pescarse y, superada esa cifra, solo estaría permitida la pesca sin muerte. En un principio, al Narcea, junto con el Sella el principal río salmonero de Asturias, se le asignaría un cupo de 200 salmones por temporada. Un modelo similar ya funciona en Galicia y en otras comunidades. Esto conllevaría, además, una reducción del cupo de ejemplares capturados por pescador. Hasta ahora eran tres, reduciéndose si se aprueba la nueva normativa a dos.
La masificación de los ríos, especialmente en las zonas libres y bajas de los cauces, es una de las principales preocupaciones de los pescadores y del Principado. Por ello, el Gobierno regional plantea regular los accesos a estos lugares de pesca, especialmente los fines de semanam, cuando se registra la mayor concurrencia. Lo que se plantea es conceder una especie de pases gratuitos mediante sorteo público. Lo que se trata, en este caso, es ordenar los accesos, llevando un control exhaustivo de cuántos aficionados acceden a ellas y dar las mismas oportunidades a los pescadores asturianos que a los que vengan de otras comunidades.
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Precisamente en otras regiones, como es el caso de Castilla y León, se lleva aplicando desde hace tiempo un sistema de adjudicación de pases gratuitos alas zonas libres de pesca. De esta forma se puede llevar a cabo un mejor control de la presión sobre estas áreas y los resultados son muy positivos, al detectarse un considerable aumento en las poblaciones de truchas.
Para las asociaciones del Occidente, estas medidas propuestas se quedan cortas. Defienden restringir aún más la entrada a las zonas libres, eliminándolas por completo dejando solo los cotos, y descender el cupo de salmones por pescador y temporada, a una sola captura
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«Nosotros somos pescadores y queremos pescar, pero a la luz está el conteo de salmones en los ríos asturianos; el camino es una normativa estricta si queremos que las generaciones futuras sigan pescando», defiende Herrero.
Ni él ni sus dos compañeros se explican que siga existiendo una legislación en Asturias que permita zonas fluviales libres, es decir, sin filtros en cuanto al número de pescadores, algo que aseguran, «no ocurre en el resto del mundo de la pesca deportiva del salmón». Alperi considera que, en el caso de permitir zonas libres, si tiene que regular el número de pescadores que se permiten en ellas. «En las zonas libres puede haber 50 pescadores en un kilómetro -explica- Asturias es una barra libre porque tenemos un concepto anticuado de la pesca que no casa con las cifras de peces que existen».
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