Secciones
Servicios
Destacamos
A solo dos días de que se acabara el último plazo dado por el ministerio, mientras la preocupación crecía en los centros de Secundaria de la región por lo ajustado del calendario, el Consejo de Ministros aprobó ayer el Real Decreto de la ESO, el que desarrolla cómo será a partir del próximo curso la enseñanza Secundaria, cómo serán sus contenidos, su forma de evaluar y de promocionar. Un decreto al que aún le queda un largo recorrido, ya que ahora son las comunidades autónomas las que deben completar el currículum, a partir de las enseñanzas mínimas que determina el Gobierno.
El Principado no hizo ayer ninguna valoración del texto aprobado, si bien la Consejería de Educación ha insistido en las últimas semanas en que ha trabajado «en paralelo» para tener el trabajo adelantado y poder publicarlo una vez que el ministerio ha hecho su parte.
Porque es cierto que las comunidades tendrán competencias, pero también lo es que el Gobierno se ha asegurado algunas cosas. Entre ellas, que algunos ejecutivos autonómicos no puedan modificar una de las líneas básicas de la Lomloe: hacer de la repetición algo aún más excepcional de lo que ya es y desligar la posibilidad de pasar de curso del número de materias suspendidas. Los alumnos podrán repetir una sola vez en toda la etapa y podrán pasar de curso con una o dos materias suspendidas, pero también en caso de que, teniendo más, los docentes estimen que pueden seguir con éxito el recorrido académico. En cuanto a la titulación de ESO, podrán obtenerla los alumnos que terminen cuarto y hayan adquirido, a juicio del equipo docente, las competencias básicas y alcanzado los objetivos de la etapa, sin fijar para ello tope alguno de suspensos.
El texto autoriza a las consejerías a establecer pautas que orienten a los profesores a la hora de decidir si un alumno ha adquirido o no las competencias clave para promocionar o ha logrado los objetivos para titular en la etapa, pero «siempre que dichos criterios no impliquen la fijación del número ni la tipología de las materias no superadas».
Tal y como estaba previsto, desaparecen los exámenes de recuperación de junio o septiembre (lo que ha modificado también el calendario de admisiones de los centros, tal y como publicó hace unos días el Principado) y en ambos casos la decisión queda en manos de sus profesores, que la tomarán de forma colegiada. Pese a que en algún momento se valoró la posibilidad de dar un año más para tomar esa decisión, Asturias no quiso posponerla. Finalmente todas deberán actuar a la vez.
La Lomloe comenzará a aplicarse el próximo curso en primero y tercero de la ESO y, el siguiente, en segundo y cuarto. Para esos cursos, tal y como sucederá en Primaria, desaparecen las notas numéricas, aunque se mantienen los conceptos de suspenso, aprobado, bien, notable y sobresaliente. Solo habrá notas numéricas en Bachillerato, ya que deben hacer media para la EBAU.
La nueva ESO incluye la materia de Valores Cívicos, pero cada comunidad decidirá en qué curso, y en los tres primeros será obligatoria Tecnología y Digitalización, que tratará de preparar a los estudiantes contra el ciberacoso, la adicción tenológica, el acceso a contenidos de riesgo como el porno... Por su parte, Religión será optativa, sin materia alternativa. Quienes no la cursen recibirán «atención educativa».
Ahora sigue pendiente del decreto de Bachillerato, del que depende cómo y dónde se va a ofrecer la nueva modalidad general, que el Principado quiere extender todo lo posible. Desde UGT, valoraron ayer la Lomloe positivamente, por su carácter competencial, si bien destacan la «gran dificultad» para actualizar la normativa en tan poco tiempo.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Nuestra selección
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.