El Principado inicia mañana la desescalada en las residencias de mayores

La consejera de Derechos Sociales y Bienestar, Melania Álvarez, explicó hoy tras el Consejo de Gobierno que el nuevo protocolo estará regido, eso sí, por la normativa sanitaria y las limitaciones vinculadas a los niveles de riesgo de cada municipio que, a su vez, deberá ser actualizada una vez que finalice el estado de alarma el próximo 9 de mayo. Esto es, matizó, «en caso de que el municipio en el que se encuentra la residencia esté en situación de riesgo máximo por covid la medida quedará limitada». El detalle tanto de las nuevas medidas que se aplicarán en las residencias de mayores para aliviar las restricciones, como de las limitaciones que seguirán teniendo aquellos equipamientos geriátricos emplazados en concejos en situación de máximo riesgo, será publicado próximamente en el Boletín Oficial del Principado de Asturias (BOPA).

La también portavoz del Gobierno avanzó, eso sí, que el régimen de visitas de las personas residentes que no están en aislamiento se mantendrá con normalidad en todos los centros, si bien podría modificarse en caso de que se detecten positivos por coronavirus. Por otra parte, se permitirán las salidas al entorno del centro, organizadas de acuerdo con un criterio de precaución, y también salidas de fin de semana, que serán puntuales y sin pernoctación. Las zonas comunes, explicó, como las salas de estar y de uso terapéutico, comedores y bibliotecas, entre otros espacios, recuperarán su actividad habitual y solo se limitará su utilización y aforo en caso de que se detecte algún contagio. «Se volverá a jugar al parchís en las residencias», celebró Álvarez, quien se mostró satisfecha por poder anunciar este «paso más hacia la normalidad», si bien insistió en que el Gobierno del Principado volverá a aplicar restricciones si fuera necesario.

En relación a los nuevos ingresos, según informó la consejería, se «normalizan los ordinarios» y se exigirá a cada persona que solicite plaza una prueba PCR negativa realizada en un periodo no superior a las 72 horas. En caso de que la persona no haya sido vacunada, tendrá que guardar aislamiento preventivo de 14 días y se le repetirá la PCR para comprobar el resultado negativo.