El Principado invierte menos de la mitad de lo que prometía su Plan de Carreteras

«Esta intervención está inspirada en el vicepresidente del Principado, Juan Cofiño, que me dijo una vez que 'para eso se hacen los planes, para cumplirlos'. Eso despertó en mí la curiosidad por ver cuánto había de verdad», presentó el diputado popular Álvaro Queipo. El cronograma ordena las prioridades por quinquenios. Según el documento, entre 2015 y 2020 el Principado tenía que materializar doce actuaciones singulares, ocho mejoras de plataforma y siete obras de seguridad vial. En los últimos meses Queipo fue solicitando datos que le aclarasen qué se había hecho con cada una de esas promesas.

El resultado es que de los 224,57 millones anunciados para esas obras durante el primer lustro del plan, solo se habrían invertido 105,2. Es un 47% de cumplimiento según los datos facilitados al PP. Hay actuaciones que el programa esperaba tener ya terminadas y que no han comenzado, como el segundo acceso a la ZALIA, la duplicación de Gijón-Roces o la mejora del eje del Esva. «Son datos alarmantes», valoró Queipo. «El 80% de los proyectos tienen un porcentaje de ejecución por debajo del 30%», dijo.

El consejero de Cohesión Territorial opuso que «con carácter general el cumplimiento de ese plan es aceptable, porque por el camino se han ido elaborando muchos proyectos nuevos que no estaban ahí» y que también exigieron inversión. Para este curso «tenemos un 20% más de presupuesto en Carreteras» y son seis los millones ya ejecutados, informó. La situación de la red «es muy mejorable», admitió.

Queipo puso en duda si llegados a este punto «no sería mejor dar carpetazo al plan, ya que no lo cumplen». El consejero opuso que el programa «está para cumplirlo, pero es un objetivo de máximos». Además prometió una evaluación propia sobre el grado de ejecución del mismo «a finales de este año».

Hacerlo sería una novedad en España. En su reciente informe sobre infraestructuras, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) recriminó al ministerio por hacer planes sobre el asunto que generan expectativas pero luego quedan sin cumplir ni evaluar. El plan vigente, el Pitvi 2012-2024, preveía informes bianuales sobre su evolución que siguen sin hacer.