El Principado se ha metido de lleno en una nueva 'operación compensaciones', donde se juega su reputación a la cantidad de contraprestaciones que sea capaz de arrancar al Ministerio de Transportes.
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La semana pasada, el departamento que rige Óscar Puente reconoció que no ... podía cumplir su promesa de poner a la venta el 1 de marzo los billetes de los nuevos trenes Avril que operarán la línea Gijón-Madrid bajo las marcas AVE y AVLO. El compromiso del ministro era iniciar ese 1 de marzo la comercialización y que antes del 31 los trenes movieran viajeros. A pesar de esa presión política, Renfe se negó a recepcionar las unidades de Talgo hasta que el fabricante no arregle un problema que dispara el freno automático en mitad del viaje. Exige al contratista que cumpla lo prometido y eleve el grado de fiabilidad. Existe esa incidencia mecánica, pero también un contexto de pulso entre Renfe y Talgo, con la primera amenazando con reclamar judicialmente 166 millones por incumplimiento de contrato y lucro cesante, y la segunda acumulando pruebas que justifiquen sus demoras por si la cosa acaba en los tribunales.
En Asturias el retraso de los trenes causó una oleada de indignación a la que se terminó subiendo el Principado. Para liderarla, el presidente Adrián Barbón pronunció el sábado, en un mitin de la FSA, la palabra clave: «Compensaciones». Considera que hay base para que el ministerio conceda contraprestaciones a Asturias por esta demora. Es cierto que cada día sin la nueva flota priva a la región de dos frecuencias más con Chamartín, 1.014 plazas de AVE, 1.164 de alta velocidad de bajo coste (AVLO) y un Alvia Madrid-Avilés. También se puede decir que en esta cuestión Asturias no es la primera agraviada. A Galicia se le prometió la llegada de los trenes Avril para 2021, 2022, 2023 y ahora en marzo de 2024.
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Con todo, el Ejecutivo asturiano se la ha vuelto a jugar. Intenta repetir el éxito logrado hace ahora un año, después de que EL COMERCIO destapara el fiasco ferroviario. La noticia de que la fabricación de nuevos trenes de ancho métrico (el asociado a Feve) llevaba años bloqueada por una discusión sobre el tamaño de las unidades fue, primero, acogida con frialdad por el Principado, para luego lanzarse junto a Cantabria a una estrategia de presión al ministerio, exigiendo ceses y compensaciones. Aquello logró extender en al menos dos años la gratuidad de los billetes de cercanías, además de ampliar la compra de trenes hasta renovar la flota de ancho métrico.
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Hay semejanzas con aquel momento que el propio Principado ha subrayado estos días, también diferencias. Entonces fue Barbón quien se puso al frente de la presión, en coordinación con el presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla. Esta vez es el consejero Alejandro Calvo quien lidera la operación, eludiendo la alianza con la comunidad vecina con la que se comparte agravio. La Xunta está gobernada por el PP y se prefiere hacer valer la interlocución con un ministerio del mismo partido. El argumento diferencial que se usa es que este retraso se une a una larga lista. «Asturias está harta de incumplmientos de los sucesivos ministerios», repitió ayer Barbón.
Tras la frenética negociación, hoy el consejero se reúne a las 9 horas con el secretario de Estado, José Antonio Santano, para cerrar el pacto. Si la aparencia es que el ministerio cede mucho, tendrá a Galicia reclamándole a la puerta. Si no lo hace, será el Principado quien reciba la presión de partidos y patronales tras haber alimentado las expectativas.
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El Gobierno regional reclama ampliar una campaña de «superprecios» a todo el año. Con ese nombre Renfe lanzó una promoción para estrenar la variante de Pajares; duró diez días y ofertó 25.000 plazas a 18 euros. Ahora, el sencillo más barato anda en los 27,1 euros. El propio ministerio anticipó que habría «superprecios» al llegar el Avril. El pasado mes de octubre el consejero adelantaba que la información de la que disponía indicaba que Renfe planeaba acompañar ese hito con más de 200.000 plazas de superprecios todo el año.
Se negoció también un acuerdo conjunto de mejora de las principales estaciones de cercanías y su entorno, buscando facilitar la conexión a los coches y autobuses. El ejemplo lo ponen Mieres y Lena, ayuntamientos que promovieron aparcamientos para atraerse viajeros.
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A la espera de cómo se resuelve el tema, el ministro, Óscar Puente, prefirió ayer poner el foco en Talgo. «Estamos centrados en que culmine los procesos de prueba», dijo. «Es lo que nos ocupa, espero que pronto haya noticias positivas. Espero, ojalá, que el retraso sea lo más corto posible».
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