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El Principado descarta restricciones y opta por los cribados para controlar la 'ola joven'

El Principado descarta restricciones y opta por los cribados para controlar la 'ola joven'

Llanes entra en 4+ mientras que Noreña, Ribera de Arriba y Riosa están en nivel 4; Gijón tuvo el 40% de los contagios de Asturias

EDUARDO PANEQUE

GIJÓN.

Miércoles, 7 de julio 2021, 01:23

En solo seis días la incidencia acumulada a 14 días (IA14) se ha duplicado en Asturias. Ayer superó el umbral de los 200 casos que lo devuelve al nivel de riesgo alto. Un crecimiento preocupante que, incluso, se queda lejos si se observa ese mismo dato en los menores de 25 años. Aquí ya supera los 1.200 casos. Para hacerse una idea, en la franja de 26 a 40 años es de 323.

El Gobierno regional había venido manteniendo hasta ahora que, llegado el caso, se adoptarían las restricciones necesarias. Y, también hasta la fecha, se habían escudado -y defendido- en el modelo 4+ que, a su juicio, tan buenos resultados había dado en el pasado, principalmente para frenar la llegada de una cuarta ola a Asturias.

Ayer tuvieron la prueba de fuego, la de pasar de las palabras a los hechos y demostrar si les temblaría el pulso o no. Llanes superó, como era previsible, durante tres días seguidos el umbral de 325 casos de IA14. Actualmente esta incidencia está en los 526,98 positivos, lo que sumado al resto de condicionantes, hizo que Salud haya pasado a este municipio al nivel de máxima alerta. El Ejecutivo ya había allanando el terrero por si, llegado el caso, no se viera atado a tener que aplicar un listado de restricciones, como sí había hecho meses atrás. Se dijo que se adaptarían a cada caso o que se focalizarían en núcleos poblacionales o brotes específicos. Y así fue. Pendientes de la letra pequeña, al menos durante una semana esas medidas no serán entendidas como restricciones sino como recomendaciones.

Lo de Llanes es el ejemplo manifiesto de la nueva estrategia del Principado para hacer frente al explosivo aumento de los contagios. Detectado que estos se están produciendo entre los más jóvenes, casi todas sus bazas las fían al buen resultado de los cribados masivos que pusieron el marcha el fin de semana. Así lo están haciendo en toda la región y así, o de manera intensificada, es como lo quieren hacer en Llanes, o los municipios que estén por venir. A día de hoy ya tiene otros tres en parrilla de salida: Riosa, Ribera de Arriba y Noreña. De los grandes, Gijón multiplicó por cinco, en solo veinticuatro horas, la notificación de casos. Pasó de los 30 a los 118. Teniendo en cuenta que en toda Asturias se registraron 285, solo en este municipio se concentraron el 40%. Oviedo ayer dio una cierta tregua. Era el que peores datos estaba arrojando en las últimas jornadas y ayer, en cambio, siendo datos malos, tuvo un ligero descenso: de 51 caso a 49. Avilés, siendo más pequeño en habitantes, también tuvo un crecimiento importante de positivos en solo una jornada, pasando de 6 a 23, en línea con los que se habían notificado durante el fin de semana.

«Hay que mirar la pandemia con gafas diferentes. Los indicadores del semáforo ya no son útiles para tomar decisiones sobre si hay que abrir una actividad o no», señala el epidemiólogo y exdirectivo de la OMS, Daniel López Acuña. Este apuesta porque se deje de dar el mismo peso las tasa de hospitalización y mortalidad para dar entrada a otros como son la incidencia entre los jóvenes o la saturación de los centros de Atención Primaria.

Pero, una cosa son los indicadores, y otra en lo que se traducen en la práctica. Es decir, las restricciones que se aplican. Ayer la Consejería de Salud convocó a su Comité de Expertos para conocer sus opiniones y recomendaciones. La mayoría de este lado de la mesa coincidió en que se deben de cortar las cadenas de transmisión y que la mejor manera de hacerlo es con el cierre del ocio nocturno y el interior de los bares.

No obstante, Salud no parece estar por la labor de volver a tocar a estos sectores. Lo ha venido diciendo estas semanas en público y ayer lo repitió en privado con los expertos. Solo se mostró receptivo en una de las propuestas, las medidas sobre los eventos multitudinarios. Pero no tanto porque esté entre sus planes la reforma del protocolo que aprobó hace un mes sino porque, según explicaron, creen que los propios Ayuntamientos -con los que mantienen reuniones periódicas- ya se están encargado de ellos, con limitaciones o exhaustivas medidas de seguridad.

En esa reunión, los representantes de la Consejería insistieron en que ahora mismo no está demostrado que los locales de hostelería sean un foco de contagio y que ahí no es necesariamente donde hay que cortar la cadena de transmisión. Por un lado, se habla de los botellones y de la fiestas que se producen en interiores de pisos. Prueba de su estrategia es que ayer mismos anunciaron la incorporación de 40 rastreadores más, que se suman a los que ya habían contratado de forma extraordinaria el viernes, como principal medida para controlar la pandemia. Los cálculos que manejan es que, mediante la intensificación de esos cribados masivos, que ya están permitiendo aflorar a más del 12% de positivos entre los que se presentan, se llegue a esa media de 8-9 contactos estrechos que pudiera venir aparejado a cada uno de ellos. A pesar de todo, la viróloga María de Oña, también integrante de ese Comité de Expertos, sigue defendiendo que «restricciones tiene que haber».

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