RAMÓN MUÑIZ
oviedo.
Martes, 11 de febrero 2020, 02:08
El Principado ha pasado de reivindicarse como coautor del Plan de Cercanías 2017-2025 y exigir al Ministerio de Fomento que ejecute los 602,96 millones que suponía, a cuestionarlo y dudar de su viabilidad. El cambio lo empezó a dar el presidente Adrián ... Barbón. La semana pasada dijo que el programa de mejoras fue cosa del ministro del PP Íñigo de la Serna, que «hablaba mucho, pero al rascar en los presupuestos nunca salía nada». Ayer su vicepresidente, Juan Cofiño, lo redujo a una «herencia recibida del ministro De la Serna, en formato papel, sin traslado ni aplicación presupuestaria ninguna».
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En consecuencia, «estamos procediendo a su revisión y adaptación presupuestaria», anunció. La reforma del documento será «en su integridad», agregó. Mientras llega y no, Cofiño cifró en 16,62 millones la inversión ejecutada en los dos últimos años en estabilizaciones de plataformas y túneles, en 11,34 el valor de las obras en curso y en 150 las mejoras que le esperan a Feve entre este y el próximo año.
La distancia que el Ejecutivo pone respecto al Plan 2017-2025 contrasta con la que le prodigaba en la legislatura anterior. El documento fue efectivamente presentado por el ministro del PP el 14 de diciembre de 2017 en un acto que contó con la participación de Fernando Lastra, consejero del Principado.
El hoy senador socialista indicó que ambos habían elaborado el documento: «El plan satisface el conjunto de aspiraciones que hemos ido discutiendo». Aquel día la inversión se anunció en los 580,96 millones y un mes después el propio Lastra informaba de que sus técnicos había logrado incluir dos obras más, lo que elevó la suma a 602,96 millones. De la Serna prometió acudir cada seis meses para «hacer evaluación del grado de cumplimiento» del plan y el Presupuesto General de 2018 reservó 42,3 millones para empezar. La moción de censura al gobierno de Mariano Rajoy cambió aquel rumbo.
El relevo al ministro popular fue José Luis Ábalos, quien en su primera comparecencia en el Congreso puso en cuarentena los planes autonómicos de mejora de su predecesor: «Hay que seguir avanzando en esa línea, pero dando un carácter de unidad a los mismos e integrándolos, por lo que desarrollaremos un plan nacional de cercanías».
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El miedo a que las mejoras para Asturias quedaran supeditadas a ese programa nacional encendió las alarmas en la región. La oposición recordó que la red asturiana «no puede esperar ni un día más». «No compartimos el aplazamiento de un plan que ya estaba cuantificado e incluía un cronograma», afeó UGT. El propio Lastra defendió la vigencia del programa 2017-2025: «Fue presentado, se le anunció calendario y financiación y era a satisfacción del Principado, los ayuntamientos y las organizaciones sociales y empresariales».
El presidente Javier Fernández llegó a trasladar su inquietud y reivindicación del plan en su única reunión con Pedro Sánchez. El comunicado posterior de La Moncloa aquel 25 de julio de 2018 recoge cómo el presidente nacional le respondió comprometiéndose al «impulso del Plan de Cercanías ya elaborado, atendiendo a los compromisos adquiridos entre el Principado y el anterior Ejecutivo».
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De confirmarse lo dicho ayer por Cofiño, el ministerio estaría ahora preparando el que sería el cuarto plan de mejoras anunciado en cinco años.
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