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JOSÉ L. GONZÁLEZ
gijón.
Jueves, 27 de febrero 2020, 01:32
Hay un proverbio que dice que el miedo es libre. Tanto que en las últimas semanas se ha apoderado de decenas de personas que han hecho acopio de mascarillas ante el avance del coronavirus, una patología similar a la gripe cuyo foco se ... localizó en la región china de Wuhan y que ya ha alcanzado a España. La compra compulsiva de estos elementos ha vaciado los almacenes de las farmacias asturianas, donde no tienen aún previsión de cuándo podrán recibir nuevos sumunistros.
El protocolo de actuación ante el avance de la enfermedad también ha puesto en guardia al Principado. Fuentes de la consejería de Salud aseguran que los almacenes sanitarios cuentan con unidades «suficientes» para hacer frente a la enfermedad atendiendo al protocolo que se ha marcado desde la administración. No obstante, los responsables de la consejería han iniciado la tramitación para adelantar una compra ya programada y hacerse con más unidades. Este procedimiento discurre en paralelo al que ya ha puesto en marcha el Ministerio de Sanidad, que ultima una compra centralizada. En caso de que el Gobierno central saque adelante esta compra y abastezca con ella a las comunidades, el Principado anularía la suya, que se ha comenzado a tramitar para evitar posibles contingencias. Lo que desconocen por ahora los responsables de la consejería es si las empresas distribuidoras están ahora mismo en condiciones de suministrar estos productos y el precio al que lo venderán.
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Las mascarillas se han convertido estos días en objeto de deseo. Las autoridades sanitarias asturianas trasladaron ayer a los gerentes de las diferentes áreas sanitarias de la región que, a partir de ahora, los almacenes deberán estar bajo vigilancia. La medida llega después de que se detectase una merma injustificada de mascarillas en algunos centros.
El presidentel del Sindicato Médico de Asturias, Javier Alberdi, hace un llamamiento a la calma para tratar de parar la compra compulsiva de mascarillas. «En los centros médicos hay material, esto es un problema de histeria colectiva que no tiene sentido», explica Alberdi, que señala que las mascarillas tienen sentido para pacientes crónicos u oncológicos, que son susceptibles de tener más infecciones. Javier Alberdi recuerda que hace poco más de tres semanas Asturias estaba en nivel epidémico de gripe y que entonces nadie se lanzó a comprar mascarillas. «Sirven para el que tiene una enfermedad no se la transmita a los demás, más que para no contraerla».
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