La Princesa da un paso al frente

Atrás han quedado los tres posados anuales coincidentes siempre con Semana Santa, verano y el Día de la Fiesta Nacional, además de alguna otra ocasión extraordinaria, como el primer día de curso escolar o su primera comunión. Este 2018 está siendo clave en la vida de la heredera de la Corona y no por casualidad. En el año en que su abuelo don Juan Carlos de Borbón sopló las 80 velas de la tarta y su padre, las 50, la heredera participó en su primer acto público –recibió el Toisón de Oro de manos de su progenitor el pasado mes de enero–, y hará su primera visita oficial. Será a Covadonga el próximo 8 de septiembre. Una elección llena de significado porque viajará a la tierra que le da título y en la que nació su madre, doña Letizia, cuando se cumplen 1.300 años del origen del Reino de Asturias y los centenarios de la coronación de la Santina y de la creación del primer Parque Nacional de España, el de la Montaña de Covadonga. 

La niña de melena rizada rubia y ojos azul intenso que encandiló a objetivos de todo el mundo con su inicial desparpajo y su posterior seriedad y saber estar da un paso al frente con 12 años, con diez meses menos de los que tenía su padre cuando hizo su primer viaje oficial. Fue el 3 de octubre de 1981 cuando Felipe VI, aún Príncipe, presidió y pronunció su primer discurso en la entrega de los Premios Príncipe de Asturias. Esta es la asignatura que le quedaría pendiente a la actual heredera. La Casa de Su Majestad el Rey aún no ha confirmado ni negado su asistencia. Solo queda esperar.

La historia reciente de España cambió el 31 de octubre de 2005 cuando nació Leonor de Borbón y Ortiz. Doña Letizia ingresó en la clínica Ruber Internacional de Madrid a última hora de la tarde, en torno a las ocho del domingo día 30 por indicación facultativa. La séptima de los nietos de don Juan Carlos y doña Sofía nació a las 2.35 horas de la madrugada y salió del hospital una semana después, el 7 de noviembre. «Esto es lo más bonito que le puede ocurrir a alguien en la vida», comenzó el Príncipe su discurso. «Ver por primera vez la cara de tu hija, y la de la madre en el proceso, es algo excepcional», concluyó. En cuanto a la elección del nombre, don Felipe dijo que se decantaron por Leonor «porque tiene muchos vínculos históricos y nos gustaba». La pareja barajaba varias posibilidades, y no se decantaron hasta el último momento. Miraron el árbol genealógico y optaron por el nombre de la esposa de Juan I de Castilla, madre de Enrique III, primer Príncipe de Asturias de la historia en el año 1388. La nieta de este y Catalina de Lancaster, por cierto, también fue Leonor. Ahora la historia continúa.

La niña fue bautizada el 14 de enero de 2006 en el Palacio de la Zarzuela, oficiando la misa el arzobispo Antonio María Rouco Varela, y la primera tradición real de la que formó parte la pequeña sucedió el 7 de junio. Ese día fue presentada ante la Virgen de Atocha, en Madrid, tradición que se remonta al siglo XVII.

En sus primeros años, doña Leonor llamaba la atención por su presencia. Pelo rubio y ojos claros, muy propios de los Borbón, y por su desparpajo. Tan pronto bromeaba con su abuela doña Sofía como se mostraba cercana con los fotógrafos que no le perdían la pista. Especialmente divertida estuvo cuando, con año y medio, fue a la clínica Ruber para visitar a su una recién nacida: la infanta Sofía.

Desde ese momento, la vida de la heredera al trono y la de su hermana, que nació el 29 de abril de 2007, ha sido discreta. Algún posado en casa con los que demostrar normalidad; hubo uno en el que don Felipe enseñaba a su primogénita a montar en bicicleta. Más allá de eso, poco. Sus apariciones públicas han sido contadas. Es habitual verlas el primer día de curso a las puertas del mismo colegio donde estudió su padre, Santa María de los Rosales, situado en Aravaca. Doña Leonor empezó a estudiar allí el 15 de septiembre de 2008 y actualmente acaba de terminar primero de la Enseñanza Secundaria Obligatoria y pasará unas semanas este verano en Estados Unidos para aprender inglés con su hermana antes de viajar a Mallorca a pasar las vacaciones.

Tanta normalidad –dentro de lo posible– quieren dar a sus hijas don Felipe y doña Letizia que ambas hicieron la comunión con sus compañeros de colegio. Con esta decisión, los actuales Reyes rompieron la tradición familiar que acostumbraba a que sus integrantes formaran parte de una ceremonia solemne: los tres hijos de don Juan Carlos y doña Sofía la celebraron en la capilla del palacio de La Zarzuela, un 30 de mayo y vestidos de blanco.

Los 'looks' de ambas niñas son medidos al detalle. Fue comentado que su madre confiara en dos modistas de Gijón, Nieves García y Teresa Fernández, para actos tan significativos como la coronación de su padre. Mango, Zara y Carolina Herrera son marcas recurrentes en su armario.

El 19 de junio de 2014 se produjo el relevo en la Corona: don Felipe se convirtió en Rey y Leonor, en Princesa de Asturias. La familia salió al balcón principal del Palacio Real y eso marcó un nuevo presente.

La imposición del Toisón de Oro, uno de los símbolos de la monarquía española, fue la primera prueba de fuego para la Princesa Leonor, la heredera más joven de Europa, la primera de este país que ha crecido con Facebook y Whatsapp, y cuyo carácter se pudo atisbar en uno de los vídeos difundidos por la Casa Real con motivo del 50 cumpleaños del Rey, en el que se mostraba cómo la Princesa se quemaba con la sopa, además de recitar la tabla periódica de carrerilla.

Leonor está llamada a marcar, junto a sus coetáneas, el camino de las monarquías europeas del futuro, en su mayoría dirigidas por mujeres. Isabel de Bélgica (2001), Ingrid de Noruega (2004), Catalina Amalia de los Países Bajos (2003) y Estela de Suecia (2012) son la prueba. Solo Dinamarca y Reino Unido no seguirán la tendencia. Pero esta será otra historia.