Las primeras hipótesis apuntan a un ataque premeditado sin mediar discusión

El cadáver de la víctima fue encontrado por los agentes tirado en el suelo de la cocina en medio de un impresionante charco de sangre. El cuerpo presentaba múltiples heridas tras haber sido atacado con un cuchillo de grandes dimensiones y muy bien afilado. Una de las posibilidades que se baraja es que fuera un arma usada para la caza. El detenido -él mismo se entregó el lunes por la mañana en la comisaría mierense, confesando lo que hizo con las manos ensangrentadas- es una persona menuda y su yerno era corpulento y deportista, por lo que tuvo que actuar por sorpresa sin dejar posibilidad alguna para la defensa.

El lunes se peinó el centro urbano de Mieres y se llegó a buscar el arma homicida en el cauce del Caudal. Los agentes regresaron ayer a Numa Guilhou para buscar en todos los recovecos. Accedieron a una vivienda que se encuentra abandonada frente al inmueble donde ocurrió el crimen. Pero el trabajo fue infructuoso. El cuchillo no aparece y el detenido no colabora con la Policía Nacional.

¿Qué pudo motivar el crimen? Es uno de los aspectos claves de la investigación. La familia de la víctima apunta a desavenencias entre el joven Luis Salazar Calabuig y la hija del detenido por la custodia del niño. Sin embargo, este es un extremo que niega rotundamente la familia de ella. También aseguran que ambos mantenían una buena relación personal a pesar del proceso de divorcio. Sin embargo, algunos vecinos de Numa Guilhou aseguraban el lunes, tras la conmoción inicial por el suceso, que suegro y yerno habían discutido varias veces en la vía pública.

La hija y la mujer del detenido pasaron ayer a declarar por las dependencias de la Policía Nacional en Mieres arropadas por varios familiares. Está previsto que el detenido pase a lo largo de la mañana de hoy a disposición judicial. Tras tomarle declaración, el juez decretará presumiblemente prisión provisional hasta el cierre de la instrucción del caso.