Tania Pasarín-Lavín, docente e investigadora en la Universidad de Oviedo, presenta su nuevo libro. E. C.

Docente e investigadora de la Universidad de Oviedo

Tania Pasarín: «En Primaria ya hay niños con ansiedad y depresión»

Presenta su libro 'Mi hijo es extraordinario': «Todos lo son, solo hay que saber cómo sacar su potencial»

Olga Esteban

Gijón

Miércoles, 16 de octubre 2024, 19:52

El libro se titula 'Mi hijo es extraordinario'. Pero no habla de uno, sino de todos. Porque todos lo son y eso es lo que Tania Pasarín-Lavín, docente e investigadora de la Universidad de Oviedo, miembro del equipo de investigación ADIR (aprendizaje ... escolar, dificultades y rendimiento académico), defiende en este tercer libro. Apasionada de la educación y de la divulgación, hace años que decidió compartir en las redes sociales lo que ella misma iba a aprendiendo. Hoy, 76.000 seguidores después, ha logrado que el grupo Planeta y su sello editorial Martínez Roca editen este libro, después de que los dos primeros, autoeditados por la autora, hayan alcanzado los 13.000 ejemplares vendidos.

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Mañana, a las 18.30 horas, en el Salón de Grados de la Facultad de Formación del Profesorado y Educación, presentará un volumen que pretende ser una «guía imprescindible sobre necesidades educativas especiales, que te hará ver todo el potencial que tu hijo lleva dentro». A través de sus páginas, Tania Pasarín-Lavín habla de TDAH, dislexia, altas capacidades... «¿Qué puedes hacer cuando le detectan a tu hijo alguna de estas necesidades educativas? Cada niño es diferente y eso es lo que le hace extraordinario. Solo hay que saber cómo ayudarle a sacar todo su potencial». La acompañará el decano de la facultad, Celestino Rodríguez.

— Mi hijo es extraordinario. Sé que en el libro habla de niños con Necesidades Educativas Especiales. Pero, de alguna manera, ¿todos lo son?

—Sí, esa es la idea que quiero transmitir. Todos son extraordinarios, aunque cuando les ponen una etiqueta, los padres tendemos a bajar el listón de lo que nuestros hijos pueden llegar a conseguir. Puede que algunos necesiten de atención a la diversidad, pero todas las personas son diferentes.

—¿Son entonces contraproducentes las etiquetas?

-Como padres, necesitamos ponerlas para comprender cómo es y qué le sucede a nuestro hijo. Pero son contraproducentes si nos hacen cambiar la forma en que les miramos y les tratamos. Lo cierto es que en el mundo de la educación se necesitan esas etiquetas para que haya un dictamen, un informe, y el niño reciba los apoyos que necesita.

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—Aún así, ¿no siempre los recibe no?

—Siempre digo que los maestros hacemos en el aula lo que podemos, con lo que tenemos. Estamos muy limitados y se tiende a atender lo que consideramos más importante, dejando atrás cuestiones como las altas capacidades, la vulnerabilidad socioeducativa... Esto último siempre lo resalto: niños con alto absentismo por una enfermedad, alumnos en situación de extrema pobreza...

—Las aulas son cada vez más diversas.

—Sí, siempre me preguntan si cada vez hay más necesidades o más identificación. Yo creo que hay muchas más identificación. Antes se metían muchos perfiles en esa palabra horrible de 'retrasados'. La identificación y las etiquetas nos permiten ser más inclusivos.

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—El objetivo es que todos los niños puedan acudir a centros ordinarios pero ¿están preparados esos centros para acoger toda esa diversidad?

—No están preparados para recibir a todo este alumnado. No hay posibilidad de tener una docencia compartida, todavía recurrimos a la trampa de sacar a los alumnos fuera del aula en lugar de atenderlos dentro... Desde luego que hemos avanzado mucho, pero queda también mucho por hacer. Por ejemplo, las leyes tendrán que acabar incluyendo los trastornos de salud mental, porque cada vez hay más niños con depresión, con ansiedad... Tendrán que recoger esos casos igual que se recogió la dislexia, las altas capacidades....

—Se habla mucho de los problemas de salud mental de los jóvenes, ¿también los niños?

—Un ejemplo: un caso de altas capacidades que no es detectado a tiempo, se convierte en un adolescente con una conducta disruptiva en Secundaria. Ya en Primaria hay casos de ansiedad y depresión

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—Antes hablábamos de que hay una mayor identificación pero, en este tema, sí parece claro que lo que hay son más problemas de salud mental.

—Ni siquiera los adultos tenemos una adecuada atención en salud mental, no hay recursos suficientes y no sabemos cómo abordar determinadas situaciones. Pues nuestros niños van aún más a la deriva...

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