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Confirmado. El 27 de diciembre la Junta General se reunirá para aprobar los presupuestos de Asturias para 2025, en un debate donde la única incógnita es saber si el Ejecutivo convencerá al diputado de Foro Asturias, Adrián Pumares, para que respalde unas cuentas con 6.664 millones, las mayores de la historia ... . El pacto que el Gobierno de coalición tiene con la diputada Covadonga Tomé basta para sacar adelante el borrador, pero se sigue negociando con el partido que preside Carmen Moriyón para repetir la mayoría que avaló las cuentas de 2024. «Tengo la esperanza de conseguir su apoyo, nos vamos a volcar en ello», ha manifestado el presidente del Principado, Adrián Barbón.
La tramitación del presupuesto sigue su curso tras haber decaído esta mañana las dos enmiendas a la totalidad que defendieron PP y Vox en una sesión que resultó calcada a la del pasado año. Hoy como entonces los dos partidos de la derecha sostuvieron que el incremento del presupuesto se asienta en exprimir a los ciudadanos con impuestos, pero que el capítulo de gastos es irreal porque buena parte de la inversión queda sin ejecutar. De nuevo los socialistas acusaron al PP de ir de la mano de Vox, mientras el diputado de Foro, Adrián Pumares, aclaraba que en el borrador hay cosas que no le gustan pero que entiende que lo responsable es negociar para introducir mejoras en la fase de enmiendas parciales. Hubo quien llegó a repetir párrafos íntegros de lo manifestado hace ahora un año. Pese a las reincidencias, la sesión dejó pistas y avisos a navegantes.
El PP volvió a plantear su enmienda a la totalidad como la antesala a una reforma fiscal. «¿Por qué debemos pagar más impuestos por el mero hecho de ser asturianos?», indicó su líder, Álvaro Queipo, quien esta vez puso ejemplos concretos sobre lo que propone. «Un jubilado que tenga 25.000 euros al año de pensión paga aquí un 6% de IRPF que en Galicia y Castilla y León, y con nuestra propuesta pagaría menos. Una joven camarera que se quiera comprar una vivienda de 140.000 euros pagaría 5.200 euros de impuesto de transmisiones patrimoniales, 1.400 más que en Galicia y con nuestra propuesta pagaría 0 euros. Una familia numerosa que quiera comprar una vivienda de 200.000 euros paga aquí 12.000 euros, el doble que en Galicia y nosotros queremos que pague la mitad». El último caso que describió resultó el más polémico: «Si fallece el propietario de una empresa cárnica en el medio rural, con un valor de 1,5 millones y 20 empleos, caso de heredar el otro nieto de la fundadora tendría que pagar 900.000 euros de Sucesiones, condenándola al cierre. Nosotros planteamos que pague 15.000».
El consejero de Hacienda, Guillermo Peláez, se mostró en varios puntos del debate enojado exigiendo rigor a la oposición. «Esa empresa cárnica no pagaría nada, en nuestro proyecto hasta el cuarto grado de consanguinidad hay derecho a una bonificiación del 99% cuando se hereda una empresa familiar», dijo. «Para una persona que dedica su vida al tema impositivo esto es un insulto, léanse al menos el presupuesto», recriminó.
El pulso con los populares se fue torciendo entre acusaciones mutuas de mentir y caer en la demagogia. Peláez dijo haber calculado que la reforma fiscal del PP «a quien más beneficiaría sería a las rentas de 56.000 euros para arriba, que se ahorrarían 360 euros» y estimó en 63 millones lo que el Principado dejaría de recaudar. Acto seguido retó a los populares a identificar de dónde recortaría.
Por ese frente entró la portavoz de Vox, Carolina López, quien dijo que el borrador incluye «un gasto superfluo mínimo de 350 millones para asociaciones, sindicatos comegambas y toda esa basura que acumula y que solo sirven al Gobierno». Según sus estimaciones el 48% de las nuevas contrataciones que hará el Principado «son trabajadores no esenciales». La portavoz apeló a la diputada Covadonga Tomé a cambiar de bando y rechazar las cuentas: «Mire al señor Pumares, que el año pasado se vendió por unas partidas que no se están cumpliendo. No se vendan por un plato de lentejas, los asturianos valen mucho más». «Está bajando el consumo de la gente porque pagan más impuestos; están acabando ustedes con las clases medias y trabajadoras y eso no es impulsar la economía», recriminó.
Para el portavoz del Ejecutivo, Guillermo Peláez, el tono evidenció que las enmiendas «están totalmente coordinadas, el PP presenta una rebaja fiscal que beneficia más a quien más tiene y no concreta las consecuencias de esa rebaja, pero para eso ya está Vox, lo que no dice uno lo dice el otro. Lo que quieren es aplicar la motosierra de Milei». Fue una imagen tan tentadora que otros quisieron sumarse a ella. Covadonga Tomé por ejemplo acusó al PP de «querer poner en marcha las políticas de Milei, pero les falta el arrojo del tarado argentino y les sobra hipocresía». A juicio de la portavoz socialista, Dolores Carcedo, las críticas al incremento de los gastos de personal y su «deshumanización» lo que buscan es «preparar el terreno para el desprecio y la motosierra de las auténticas élites».
Y por debajo del ruido lo que queda, de aquí al 27 de diciembre, es la negociación por el disputado voto de Adrián Pumares. El secretario general de Foro, explicó que es la sexta vez que afronta este tipo de debates, experiencia que le hace estar «un poco alejado del tremendismo». Según asumió, la mayoría de izquierdas que hay en la Cámara provoca que «no habrá ningún presupuesto que nos convenza plenamente» pero «sería irresponsable renunciar a nuestra pequeñísima capacidad de influencia». A la hora de poner la lupa, agradeció que el borrador de cuentas implique que «por fin hay una política de vivienda», pero consideró «un error renunciar a la colaboración público privada, un error que veremos a medio y largo plazo». Ese malestar está vinculado al rechazo que ha mostrado el consejero Ovidio Zapico a cofinanciar el Plan Llave de Foro en Gijón. También pidió el diputado ayudas para los jóvenes que quieran comprar vivienda.
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