El preso fugado llevaba sólo once meses en Asturias y ya había disfrutado de un permiso

Se esfumaron en cuestión de diez segundos. Fue una huida planificada y estudiada durante meses por los cómplices del fugado, de origen catalán y a quien, sospecha la Guardia Civil, le ayudó su entorno familiar más cercano. De hecho, el coche de alta gama en cuyo maletero se introdujo había sido alquilado por su hermano, quien, previsiblemente, fue uno de los dos individuos que le ayudaron.

Una llamada a la calma: sobre el preso fugado no pesa un delito de sangre. Cumplía una condena de cuatro años y, según pudo saber EL COMERCIO, ya había disfrutado de un permiso, por paternidad, en el Centro Penitenciario de Asturias, donde llevaba ingresado once meses. «No es un perfil peligroso», destacan desde la Comandancia de la Guardia Civil de Asturias. De hecho, el preso se encontraba en un módulo de buen comportamiento y durante su estancia en la cárcel de Asturias no había sido sancionado, ni siquiera advertido. Hasta su traslado a Asturias, el preso había cumplido su condena en la cárcel barcelonesa de Brians.

La búsqueda de la Guardia Civil en las inmediaciones de Pola de Siero, población en la que tuvo lugar la fuga, fue suspendida ayer por la tarde. La Policía Judicial del instituto armado revisa las cámaras de seguridad situadas en carreteras y gasolineras. También vigila el entorno familiar. Según ha podido saber este periódico, los investigadores descartan que el reo y sus cómplices permanezcan en el Principado. El rápido acceso a la N-634 y la cercanía de una entrada a la A-64 habrían facilitado a los tres individuos una huida sin casi dejar rastro. Se podrían enfrentar a penas de hasta cuatro años de cárcel por estos hechos.

Todo sucedió a las 16.30 horas del lunes. Después de una visita custodiada a una clínica dental en el centro de Pola de Siero, el ahora fugitivo logró zafarse violentamente de los agentes de la Guardia Civil para introducirse en el maletero de un coche con el motor arrancado. Fue tan rápido, que los vecinos y las personas que pasaban por el lugar no se dieron cuenta de nada.

• Temas
• Guardia Civil
• Principado de Asturias
• Asturias