«El PP usa el Senado como boicot a Sánchez y no en beneficio de los ciudadanos»

–Se fue usted sin decir adiós

–Nooo. Cuando acababa la pasada legislatura, en una entrevista en EL COMERCIO usted me preguntó si seguiría como consejera. Y le dije que soy una mujer de partido. Es decir, estoy a disposición del partido.

–Su marcha fue extraña

–No. Se dio la situación de que Kike (Enrique Fernández) dejaba de ser senador para presidir Hunosa. Y, desde la lealtad y el compromiso que me caracteriza, cuando me propuso el presidente (Adrián Barbón) sustituirle lo vi como un nuevo reto. Y lo afronto con mucha ilusión.

–Su marcha se anunció a la vez que la, después, fallida fusión de su consejería y la de Cultura. Sin esa propuesta de fusión ¿cree que se hubiera ido?

–No le doy más vueltas. Se abre esa posibilidad y como nuevo reto lo afronta. Y punto.

–¿Se fue con buen sabor de boca o con algo pendiente?

–No me fui a disgusto. En política tienes que estar cien por cien en el cargo, pero con la maleta preparada por si hay que marchar. Eso lo tengo claro. Además, sigo muy cerquina de ellos (sonríe).

–¿Es como un jubilado ante la valla de una obra?

–(Risas) Nooo. Ellos ya saben que, para lo que me necesiten, estoy.

–¿Y cómo se siente cuando ve que las protestas por el retraso en las ayudas al alquiler llegan a la consejería de IU, que tanto la criticó la pasada legislatura?

–Como cuando me pasaba a mí: me preocupa mucho que la gente no reciba su ayuda. Uno de los objetivos de este gobierno de unidad reformista es acabar con la burocracia.

–Parece que no lo han logrado

–Algo hay que hacer. Nosotros lo dijimos: nos vamos a dejar la piel para romper esas inercias.

–¿Se siente como si la hubieran mandado al cementerio de elefantes que dice es el Senado?

–Eso es un mito.

–¿No cree que muchas carreras políticas acaban ahí?

–Tengo compañeros que no han cumplido los 30, de los que no creo que se les haya acabado la carrera política, y luego hay presidentes autonómicos que, antes de serlo, pasaron por el Senado.

–¿Por ejemplo?

–Javier Fernández, María Chivite, Emiliano García-Page o Susana Díaz... Y Luisa Carcedo también estuvo en el Senado antes de ser ministra. Mucho mito.

–Igual que García-Page hubiera seguido en el Senado sería mejor para el PSOE, ¿no?

–Risas.

–Le sumo otro ejemplo. La actual directora general de Igualdad, María Jesús Álvarez, pasó por el Senado antes de volver a una dirección regional. ¿Se plantea esa opción?

–(Suspira) Estoy comprometida al cien por cien con el Senado.

–Tras muchos años, es su primera vez en minoría. ¿Cómo se trabaja en una Cámara dominada por la oposición?

–Con todas las ganas. Intentando de todas las formas, no diría apaciguar, pero sí contrarrestar esa ofensiva del PP que convierte al Senado en un escenario de confrontación institucional. Nada tienen que ver con ese espíritu de representación territorial que debe tener la Cámara.

–¿Está logrando el PP con su mayoría en el Senado frenar al Gobierno de Pedro Sánchez?

–El PP usa el Senado como boicot al Gobierno de Sánchez y no en beneficio de los ciudadanos. Eso sí, consigue lo que consigue: nada. Mucho ruido y pocas nueces.

–Ese boicot, ¿afecta a proyectos?

–Los retrasa. O, como se vio en el techo de gasto, condena a las comunidades autónomas, muchas gobernadas por ellos mismos, a no disponer de unos recursos que necesitan los ciudadanos. Si son capaces de eso, son capaces de todo. Y lo veremos en los próximos meses.

–¿Es posible que esta guerra de guerrillas en el Senado acorte la legislatura?

–No lo creo. Eso es lo que aún no ha entendido el PP: hay gobierno de coalición progresista para rato. Pero, repito, seguirán así todo el tiempo. Da igual lo que se lleve al debate en el Senado, el PP sólo hablará de Begoña Gómez, de Koldo, de la amnistía y del cupo catalán.

–Lo del cupo catalán no ha gustado en Asturias.

–Hay que ver cómo se desarrolla. Lo importante es que, por primera vez en mucho tiempo, hay un gobierno no nacionalista en Cataluña. Y no hay confrontación. Como anécdota, lo que nos cuentan nuestros compañeros catalanes: En la Eurocopa se pudieron poner pantallas gigantes en la calle. Antes, impensable.

–Es portavoz de la Comisión de Industria y Turismo, algo lejos de sus últimos años de gestión.

–Me hago cargo de los temas de Industria y mi compañera Paloma Hernández, de Canarias, de los de Turismo. Asumo el puesto de Enrique Fernández y estoy muy agradecida por la confianza del grupo en que Asturias lleve esa portavocía. Creo que deja claro el compromiso de todos con la industria asturiana. Son temas diferentes, pero, en mis inicios en el Ayuntamiento de Carreño, también hablamos de la Térmica, Tudela Veguín, Arcelor...

–¿Veremos alguna vez regenerada esas industrias que cita?

–Sí, sí.

–¿Usted o sus nietos?

–Creo que lo veremos más pronto que tarde. Hay inversiones concretas ya. Todos los PERTEs (Proyectos Estratégicos de Recuperación y Transformación Económica) están llegando a las empresas. Eso va a suponer un revulsivo y un impulso a que esa transformación sea lo más rápida posible.

–¿Qué tiene sobre su mesa para la vuelta en septiembre?

–Tenemos la Ley de Industria, muy importante para todos, pero sobre todo para Asturias. Esperamos que llegue al Senado en el último trimestre del año. Con ella se evitará la deslocalizacion de aquellas empresas que hayan recibido recursos públicos. Se actualiza una normativa de 1992. No entra en competencias autonómicas, sino que coordina la marca España de país industrial. Pese a todo ese ruido que hace el PP, sí que va a haber Ley de Industria y Autonomía Estratégica.

–¿Evitará, por ejemplo, que Arcelor se vaya de Asturias?

–Con esta ley evitaremos situaciones como la de Sekurit en Avilés. Sobre Arcelor, creo que el esfuerzo que hizo no sólo el Gobierno de Asturias, que por supuesto, sino ya el esfuerzo personal de Pedro Sánchez está claro. Espero que prime el compromiso de Arcelor con Asturias.

–Participó usted en la moción para la zona franca de El Musel.

–Ni chicha ni limoná.

–¿Perdón?

–Se lo voy a contar, para que vea algunas de las cosas que pasan allí. Ya lo dije en varias comisiones. No se pueden llevar mociones que pueden quedar muy bien, pero que son un engaño para los ciudadanos porque no se podrán cumplir.

–¿Por qué?

–Pues mire, la de la zona franca estaba mal planteada. Yo no digo que no se pueda explorar una zona franca en El Musel, pero estaba mal planteada.

–Repito, ¿por qué?

–Porque la moción pedía al Ministerio de Industria que constituyese la zona franca de El Musel, y el ministerio (silabea): no pue de ha cer lo.

–¿No puede?

–No, hay otras figuras, pero si no cambias la redacción y mantienes esa frase, por mucho que apruebes la moción, no vale para nada.

–De hecho, se aprobó

–Sí, se aprobó, pero no va a tener ningún efecto ni sobre Gijón ni sobre Asturias.

–¿Y sigue pensando que es un mito lo de que es un cementerio de elefante?

–Los que llegamos procedentes de la gestión tenemos otro ritmo diferente al del ámbito parlamentario. Yo lo que pido es que reine la sensatez, que las mociones que se presenten tengan sentido. Si no, es engañar a la gente.

–¿Tiene alguna iniciativa que sí sirva a los ciudadanos?

–Claro que sí. Por ejemplo, el PERTE del Chip. Instamos al Gobierno que lanzase ya la convocatoria del PERTE. Una parte pequeña la lleva Industria e instamos a ello. Y la aprobamos conjuntamente con el PP.

–Comparte portavocía de Industria y Turismo. ¿El turismo empatará con industria como motor del Principado?

–Asturias no es Venecia ni Magaluf. Tenemos un turismo de calidad y un paisaje conservado. Además, toda la financiación europea que llega para sostenibilidad y modernización del sector nos ponen en posición de seguir manteniendo el turismo de calidad.

–Ahora vuelve a Asturias para veranear. ¿Cómo la ha visto?

–He visto mucho viajero, pero como en los últimos años. Te lo dicen los profesionales del sector. Hay preocupación por mantener la calidad de todos los servicios, pero creo que lo lograremos.

–¿Hay exceso de viviendas de uso turístico?

–El Principado quiso avanzar en su control, pero Vox impidió que la Junta tuviera sesión en verano. Pero se han tomado medidas en paralelo a ese crecimiento.

–También está de vocal en otras comisiones más vinculadas a su última gestión. En la de Derechos Sociales y en la de Integración.

–En la de Derechos Sociales me prestó mucho. El ambiente del grupo es muy bueno. Y aprendes mucho. Tienes una visión más transversal.

–En este curso político ¿algo para Asturias?

–En Industria y Turismo, sí, llegan los PERTEs y los fondos europeos... Y hay otra cuestión, que nada tiene que ver con Industria.

–¿Cual?

–La mejora de las condiciones de las trabajadoras de ayuda a domicilio. Eso depende del Gobierno de España y con el ministro de Derechos Sociales ya hablé.

–¿No depende de Trabajo?

–De los dos. Y ya se avanzó. Hay trabajo entre los dos ministros y las portavoces de ayuda a domicilio. Ves que, al menos, el mensaje caló en el Ministerio de Trabajo. Y eso me presta.

–Desde el Senado, ¿se ve Asturias?

–Sí se nos ve. Ya no voy a hablar de la gestión en la pandemia, sino de las políticas sociales. Aquí puede que te cuenten que hay personas viviendo en la calle, pero es que allí lo ves. La diferencia es brutal. En pocos lugares hay la calidad de vida que tenemos en Asturias. Y eso es por la apuesta del Principado por los servicios públicos.

–Y ¿al Senado llega Asturias?

–Llega, llega. Muchas veces decíamos que hay salir fuera para valorar y para ver cómo te valoran. Y desde Madrid se valora lo que se hace en Asturias.

–¿Ya se ha convertido en usuaria del AVE?

–Aún no. Espero que, a partir de septiembre, pueda hacerlo ya.

–¿Políticamente cómo se siente? ¿Está más cerca del poder?

–Los que vivimos la política como lo vivo yo, que somos muchos, no tenemos más o menos compromiso por estar más o menos lejos de Madrid.

–¿Qué le ha parecido el sainete de los críticos contra Barbón, autodenominados 'Socialistas Asturianos'?

–Yo no creo en los fantasmas.

–¿Cree que fue una tomadura de pelo o que, realmente, alguien quiso dar el paso, pero no se atrevió a culminar la crítica?

–Adrián Barbón, el presidente del Principado y secretario general de la Federación Socialista Asturiana (FSA) lo dijo muy claro. No solo es que él afronte cualquier tipo de crítica de forma directa, sino que la FSA tiene canales suficientes para que cualquier crítica se analice. Fuera de eso, insisto, no creo que los fantasmas.

–¿No conoce a Chencho Álvarez, el cabecilla de esa supuesta facción crítica?

–No. Insisto. Somos todos mayorinos... (Respira) Con todos los problemas que hay... Tenemos que estar a lo que tenemos que estar. Tonterías, las justas.

–En septiembre estará en la comisión del Senado de investigación al presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas, El CIS de Tezanos.

–Si no asumimos que la estadística no es una ciencia predictiva, no nos va a decir cuál es el Gordo de Navidad, mal vamos.

–Entre predecir y cocinar...

–Insisto, la estadística no es una ciencia predictiva. Además, esta comisión se va a convertir en un nuevo show del PP para atacar al Gobierno de Pedro Sánchez.

–¿Existe la máquina del fango?

–Estamos viéndolo. Es así.