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R. M.
GIJÓN.
Miércoles, 12 de junio 2024, 02:00
Tras las elecciones del domingo, después de que el PP volviera a ganar en Asturias, el morbo estaba servido. Preguntaba en el pleno de la Junta General el líder de los populares, Álvaro Queipo, y respondía el secretario general de la FSA y presidente del ... Principado, Adrián Barbón.
Queipo escogió un tema medular de las izquierdas: «¿Valora su Gobierno modificar sus políticas sociales ante el fracaso de las mismas?». Hiló datos que muestran a Asturias como una región con creciente desigualdad, donde «uno de cada cuatro asturianos está en riesgo de pobreza», la espera para recibir la ayuda a la dependencia se sitúa en los 316 días y hay convocada una huelga de docentes el primer día del próximo curso.
«Somos el partido favorito de Asturias y, por tanto, el que mejor representa a los asturianos, sólo por eso debería escucharnos más», reclamó Queipo, quien tendió la mano al Gobierno regional para negociar sus políticas. «Intente no hacer perder oportunidades a los asturianos, al menos hasta que en 2027 podamos sustituirle para dar un nuevo impulso a la región», afianzó.
Tras imponerse en las Generales de julio y las Europas, los populares quieren disputar a la FSA su definición de partido que mejor representa al territorio. Contra ello se revolvió el presidente, quien dijo que en los últimos trece meses hubo cuatro elecciones: «Ganamos las autonómicas y locales y perdimos las nacionales y europeas».
Eso sí, instó al líder de la oposición a «tener cuidado con hacer traslación de unas elecciones a otras. Si no, podríamos preguntarnos si en Castropol no le quieren a usted porque ha perdido de nuevo las elecciones». Aludía al concejo del que es oriundo Queipo, donde el PP logró el 36,5% de las papeletas, 7,4 puntos por detrás del PSOE. Desde las filas populares matizaron que en la mesa donde votaba Queipo se impusieron, «por lo que parece que sus vecinos sí le quieren».
Sobre la cuestión de fondo, Barbón defendió que el asturiano es «el gobierno con mejor cobertura a personas en el umbral de la pobreza, hemos descendido la población en riesgo de pobreza y tramitamos el salario social en menos de tres meses». «Intentar quedar bien con todo el mundo es fácil, pero el mejor momento para tender la mano es cuando se aprueban los presupuestos, que es cuando ustedes critican que hacemos lo que entonces llaman gasto social», recriminó.
El líder del PP alternó la disposición a negociar con la crítica acerada; afeó así a Barbón que tardara «quince minutos en tuitear la carta de Pedro Sánchez sobre Begoña. Quince minutos; nunca tardó tan poco en responder a un problema de Asturias. Se mueve cegado por la ambición y como presidente de Asturias tiene una responsabilidad». El socialista insistió en que los populares buscan una rebaja de impuestos incompatible con el gasto social: «Usted y yo compartimos situación personal, somos solteros y cobramos lo mismo, pagamos el mismo IRPF. Me parece bien que las familias con hijos paguen menos y que usted y yo paguemos un poco más, si es posible. Es justicia fiscal, un paso clave para la justicia social».
El resultado de las elecciones fue el trasfondo de una sesión en la que Barbón dijo que a los diputados de Vox «se les acabó la fiesta y están de resaca», en referencia a la agrupación de electores de Alvise Pérez. «No se si se acabó la fiesta o comienza la tragedia», reprendió la diputada Covadonga Tomé.
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