El PP dice 'no' a la oficialidad: «Somos coherentes con nuestro programa electoral, no somos Pedro Sánchez»

El líder de los populares sostiene que el PP «no ha cambiado ni un ápice» su posicionamiento en relación a la llingua y garantizó que no lo va a hacer. «Por una cuestión de legitimidad democrática, el PP debe ser coherente con los más de 175.000 asturianos que nos votaron: en ningún momento les prometimos reformar el Estatuto de Autonomía, y yo no soy Pedro Sánchez ni Adrián Barbón». De este modo, recordó que su partido defiende el uso y promoción de la llingua en el marco de la voluntariedad, pero sin imposiciones, descartando así cualquier tipo de oficialidad porque, remarcó, el modelo de «oficialidad amable no existe, la oficialidad es o no es». «Asturiano sí, pero en libertad», resumió.

El también portavoz del PP en la Junta lamentó que esta llamada a la negociación por parte del presidente del Principado sea la primera que recibe en lo que va de legislatura y enumeró una serie de cuestiones y problemas «importantes» que han sucedido en la región en el último ejercicio y para las que, sin embargo, el máximo dirigente autonómico no consideró oportuno llamar al principal partido de la oposición. De ahí que Queipo dude de las verdaderas intenciones con las que el presidente autonómico hace este llamamiento cuando «sabe sobradamente mi posición» sobre la oficialidad. Desde el PP acusan al Gobierno regional de querer «enredar», de utilizar el debate político en relación con esta cuestión para «desviar la atención del fracaso de su gestión y su falta de ideas» e incluso, lamentó, de utilizar la llingua como «arma arrojadiza, foco de crispación y enfrentamiento» entre los asturianos. Denunció en ese sentido que Barbón pretenda ahora determinar con su discurso quién es buen asturiano y quién no. «Nadie nos tiene que decir cómo sentirnos asturianos y asturianistas y mucho menos el PSOE y Adrián Barbón», zanjó Queipo, a quien tanto el PSOE como IU-Convocatoria por Asturias acusan de ser «asturianista de boquilla» y le piden «audacia» para cambiar el posicionamiento tradicional de su partido. «Respeto los bandazos de otros partidos, pero no me pidan que también los dé. La postura del PP sobre la oficialidad es sólida, clara y nítida».