ANA MORIYÓN
OVIEDO.
Jueves, 8 de febrero 2024, 00:34
El cambio de criterio en apenas 48 horas por parte de Adrián Barbón sobre la estructura de su Gobierno cogió por sorpresa a la oposición que, tras haber rechazado por «rocambolesca» su idea inicial de crear una macroconsejería, ayer centró sus críticas en la ... falta de criterio e improvisación. «Está desnortado y gobierna como pollo sin cabeza», sentenció el portavoz adjunto del PP, Luis Venta. «No se puede gobernar a base de ocurrencias», añadió el diputado, quien cree que, tras cinco años al frente del Principado Adrián Barbón sigue dando «palos de ciego porque aún no conoce la estructura que necesita su Gobierno para satisfacer a los asturianos». Celebran desde la bancada popular que el líder del PSOE hubiera tenido en consideración el planteamiento formulado el martes por el presidente del PP, Álvaro Queipo, de crear una consejería específica para Cultura e independiente de la de Derechos Sociales, y le proponen ahora «romper con el bipartido innecesario» para dejar de ser «rehén de la izquierda más radical, dejar de ser un gobierno de colocación progresista» y poder reestructurar su gobierno teniendo en cuenta las competencias y no el reparto de poder. «No hacen falta once consejerías, con diez le sobran», resolvió.
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El dirigente popular cree que al presidente autonómico le queda «muy grande» gobernar Asturias y, en su opinión, «claramente está dando muestras de agotamiento e incapacidad para gobernar»
Las críticas llegaron también por parte de Vox. «Vamos sin rumbo, sin dirección y totalmente a ciegas con este desgobierno social-comunista en el que además habrá más altos cargos y puestos a dedo, como es el caso del anterior esbirro de Félix Bolaños, que ahora pasa al servicio de Barbón como una especie de correo del zar», recriminó la portavoz del grupo parlamentario, Carolina López, quien afea que el Gobierno defendiera el martes un modelo y el miércoles anunciara otra cosa. Y «mañana, ya se verá». La diputada reprochó también que a los socialistas les gusta crear «nuevos puestos para alimentar a sus estómagos agradecidos, pero no servirá para solucionar los problemas y, además, supondrá un nuevo gasto que pagaremos los de siempre, los asturianos, que padecemos la mayor presión fiscal de España».
También Foro fue especialmente crítico con el nuevo bandazo político. El secretario general y portavoz, Adrián Pumares, recrimina a Barbón que «por no escuchar, tomó una decisión absurda y ahora se ve obligado a rectificar porque nadie estaba de acuerdo con él», aunque «mejor hubiese consultado antes para evitarnos a todos el bochorno». Valora en todo caso Pumares que en esta ocasión hubiera informado a la sociedad de los cambios en su Gobierno desde la Junta y no desde la sede, pero le advierte de que «el principal problema en la estructura de este Gobierno es que cuenta con una consejería, la ocupada por IU, que no está creada para resolver problemas, sino para ocupar puestinos, y eso lleva a tener que crear once consejerías».
Desde el lado izquierdo del arco parlamentario, el grupo socialista salió ayer a defender el cambio de criterio por parte de Adrián Barbón en apenas 48 horas. «La decisión demuestra la disposición permanente de escucha y de diálogo del presidente. Es una estructura de Gobierno, que ahora critica la oposición pese a que la había reclamado expresamente, que se adopta para atender de la mejor manera los intereses de Asturias», anotó Luis Fernández Huerga. También buenas palabras por parte de IU-Convocatoria por Asturias, socio de gobierno, que había sido muy crítico con la postura inicial del jefe del Ejecutivo. «Una de las mayores virtudes que puede tener un político es la capacidad de escuchar a la sociedad y de rectificar las propias decisiones. Hoy el presidente de Asturias ha demostrado una humildad y una altura de miras poco común», celebró el portavoz del grupo, Xabel Vegas.
También la diputada de Podemos, Covadonga Tomé, aplaudió la decisión del presidente de rectificar y separar las consejerías de Derechos Sociales y Cultura. Ahora, añade, es necesario acabar con la «parálisis» que en su opinión existe en el mundo de la cultura y poner en marcha la Agencia Asturiana de las Industrias Culturales y Creativas, elaborar el Plan de Normalización Lingüística, nombrar al subdirector general de Política Lingüística y convocar las ayudas destinadas al sector pendientes. No obstante, cuestionó si esta nueva reestructuración «también se hizo a espaldas de sus socios de Gobierno» y pidió un Ejecutivo en el que «ambas partes participen y no uno en el que unos mandan y otros obedecen».
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