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Daniel Fernández
Gijón
Viernes, 19 de agosto 2022, 14:49
Sala de prensa del PP de Gijón. Un periodista hace una pregunta directa, clara: «¿Veremos en mayo un cartel como ese?», lanzó, señalando a uno de los carteles electorales de las últimas autonómicas, las de 2019, con la imagen de Teresa Mallada. Y la respuesta ... del presidente del partido en Gijón y portavoz adjunto del grupo parlamentario popular en la Junta General, Pablo González, fue igual de rotunda y concisa: «¿Si será candidata? Pues no lo sé, la bola de pitonisa no la tengo». Una respuesta que se produce en un momento de tensión como el que se encuentra el partido en Asturias después de que trascendiera una comida entre el secretario general del PP en Asturias, Álvaro Queipo, y el ex vicepresidente del Gobierno y fundador de Foro, Francisco Álvarez-Cascos, para hablar sobre la reunificación del centroderecha. Un encuentro que ha sacado a la luz el momento de incertidumbre en el que se encuentran los populares asturianos a raíz de los retrasos en la convocatoria del congreso autonómico y de que la dirección nacional del partido no haya hecho público aún un respaldo explícito a Teresa Mallada para su continuidad.
Pablo González no comparte que en el partido se vivan momentos de tesnión, pese a que de todos es conocido el distanciamiento que hay desde los últimos meses entre Queipo y la presidenta regional del partido. Una temperatura que se elevó aún más después de que el lunes, en declaraciones a EL COMERCIO, Miguel Tellado, vicesecretario de Organización del PP y una de las manos derechas de Alberto Núñez Feijóo, defendiera la comida entre Queipo y Cascos admitiendo que era fruto de un mandato de la dirección nacional para avanzar en la reunficación del centroderecha. En esas mismas declaraciones, el dirigente nacional evitó dar un apoyo explícito a Mallada para su continuidad al frente del partido: «Más importante que el congreso es encontrar la persona capaz de hacer al partido más grande», dijo en declaraciones a este diario.
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Pese a que Pablo González evitó pronunciarse sobre el futuro de Mallada, sí quiso dejar claro que eso no supone respaldar a la presidenta del PP. Ni a ella ni al secretario general del partido. Es más, no dudo en afirmar de forma contundente que «la presidenta y el secretario general tienen todo el respaldo de todos sus compañeros. Y también el mío, faltaría más», afirmó Pablo González en la sede del PP de Gijón, donde había convocado a los medios para presentar una iniciativa de rebajas fiscales.
Pablo González insistió, como este viernes hizo otro diputado, Pablo Álvarez-Pire, en que sí siente el apoyo de Génova a la dirección regional del partido, «porque todos los diputados estamos plenamente en contacto con la dirección nacional y la relación es absolutamente fluida».
Respecto a la polémica comida entre Álvaro Queipo y Francisco Álvarez-Cascos, que tuvo lugar en un conocido restaurante de Castropol el pasado 4 de agosto, el portavoz adjunto del PP en la Junta General no entró a valorarla. «¿Cómo voy a valorar una comida en un sitio público entre mi secretario general y un exministro? Me enteré por la prensa de ella, no tengo por qué tener conocimiento de comidas privadas», dijo. No obstante, y tras la reiteración de las preguntas al respecto, afirmó que «la reunificación es un proceso que está sucediendo en los dos bloques ideológicos. Ha habido una irrupción de partidos con una vida muy determinada, pero se ve que el voto tiene concentración tanto a derecha como izquierda».
El dirigente del PP asturiano reiteró que en el partido no hay división y que «lo que hace falta es que se celebre el congreso. Y ahí no diré nada más porque lo ha dicho mil veces la dirección nacional, de la que soy miembro -es vocal de la ejecutiva nacional-, de que a partir de septiembre se sabrán. Y a partir de ahí no hablaremos de polémicas«, insistió, dando por hecho de que Génova fijará en septiembre la fecha de un congreso autonómico del que, como dejó claro Miguel Tellado el pasado lunes en declaraciones a EL COMERCIO, no es la prioridad para la dirección nacional en estos momentos.
Pablo González no ve crisis en el PP asturiano, pero sí en el PSOE. Es más, considera que los socialistas «quieren convertir comidas privadas y particulares en un intento de crisis del PP para tapar lo que son sus crisis de caballo. Lo hemos visto en los congresos locales del PSOE por toda Asturias y ahora en Gijón. Que la crisis sea una comida particular entre dos personas y no que se haya puesto en marcha un procedimiento para desalojar a una alcaldesa... Pues no lo entiende nadie, la verdad».
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