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OLGA ESTEBAN
GIJÓN.
Lunes, 10 de agosto 2020, 01:08
Es el centro más grande de toda la Universidad de Oviedo, con unos 3.000 alumnos (a falta de cerrar la matrícula definitiva del próximo curso). No era fácil, por lo tanto, organizar el plan de contingencia para la vuelta a clase en ... septiembre, partiendo de la indicación de que ese regreso debía ser en la medida de lo posible, presencial. La Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón lo ha conseguido. El regreso será presencial pero escalonado. El curso empezará para todos los estudiantes de la EPI el día 10 de septiembre. Pero solo los de primer curso irán al campus de Gijón. El resto arrancará de forma 'online'. Durante una semana el centro comprobará el funcionamiento de las clases, de las nuevas normas de seguridad, ajustará aulas y capacidades. Si todo va bien, la segunda semana del curso se sumarían los alumnos de segundo curso de todos los grados, con el mismo objetivo, observar y reajustar. Mientras, el resto de niveles continuarán con la docencia telemática. Finalmente, si todo ha ido bien, la tercera semana volverían a las clases presenciales todos los demás estudiantes.
Es la forma que ha encontrado el equipo directivo de la EPI para arrancar el curso próximo, que se presenta complicado, de la mejor forma posible.
A la Escuela le ha beneficiado, como al resto de centros con mucho alumnado, la decisión del Rectorado de fijar la distancia de seguridad interpersonal en un metro en lugar de 1,5 metros, una medida que no ha agradado a algunos decanos y tampoco al Sindicato de Estudiantes. Por contra, para muchos centros ha supuesto la diferencia entre tener que organizar la mitad de la enseñanza 'online' o ir a una presencialidad casi total. Eso sí, la mascarilla será obligatoria en todo momento. Juan Carlos Campo, director de la EPI, hace más hincapié en el hecho de que el aforo máximo de las aulas será del 50%, un porcentaje similar, asegura, al que se va a aplicar en otras universidades españolas, donde han sido los propios gobiernos autonómicos quienes han fijado la norma. En el caso de Asturias, la Universidad de Oviedo ha remitido su plan de contingencia al Principado, que debe dar el visto bueno.
Entre las cuestiones que la EPI ha incluido en su propio plan de contingencia está la petición a los alumnos de que acudan a clase con su propio 'kit' de desinfección, para que colaboren en la obligatoria tarea de higienizar los puestos después de utilizarlos. No es el único centro universitario que contempla esta medida. En Humanidades también han previsto que sus estudiantes acudan con gel y toallitas para dejar listos ordenadores, mesa y silla para el siguiente usuario. En otros centros contemplan pedir la colaboración de los jóvenes, pero facilitando el propio centro el material.
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