Secciones
Servicios
Destacamos
OLGA ESTEBAN
GIJÓN.
Viernes, 26 de junio 2020, 02:40
Cuando el pasado septiembre comenzaron el curso, el último que iban a pasar en su instituto o colegio, los más de 5.000 jóvenes asturianos que han finalizado esta semana segundo de Bachillerato o de Formación Profesional no podían siquiera imaginar que la meta, el final y principio de todo, la selectividad, la EBAU, la puerta a la Universidad, iba a ser así. Nadie podía imaginarlo. Nadie podía saber que llegarían a uno de los exámenes más importantes de su vida con mascarilla y pelo recogido, con bolis que no podrán compartir, con una acreditación que solo podrán enseñar pero nadie tocará, separados por un metro y medio. Por ese metro y medio que se ha convertido en la medida de nuestra vida. Pero así será su EBAU. Así será la selectividad de 2020.
La cuenta atrás ha comenzado. Quedan apenas unos días para que el martes día 30 de junio, más tarde que nunca, a las cuatro menos cuarto de la tarde, miles de jóvenes se sienten en pupitres desinfectados y separados, y puedan quitarse la mascarilla, para comenzar la primera prueba. Todo va quedando preparado. Polideportivos y Palacios de Deportes se han convertido en inmensas aulas en Oviedo, Gijón, Avilés, Mieres, Siero, Langreo, Cangas del Narcea y Tapia de Casariego. A eso se unirán instalaciones universitarias en el campus de los Catalanes y la facultad Padre Ossó en Oviedo, el IES Avelino Sierra en Ribadesella y, también por primera vez, el Centro de Arte de la Laboral en Gijón.
Sedes nuevas, especialmente espaciosas, donde poder mantener las distancias, aunque eso obligue a tener especial cuidado en la organización de las entradas y salidas de los exámenes. Incluso en los descansos entre pruebas. «No podrán hacerse grupos ni dentro, ni fuera de la sede». Y para controlarlo, puede que dentro haya personal de seguridad y fuera, «personal de las fuerzas de seguridad», según consta en el protocolo aprobado por la propia Universidad de Oviedo.
El lunes se sabrán las cifras definitivas de estudiantes matriculados para esta convocatoria ordinaria. El año pasado fueron algo más de 4.000 jóvenes (a los que se suma un millar luego en la extraordinaria). Tampoco está cuantificado aún el coste de la organización de la EBAU de este año. Cuando haya finalizado, la Universidad hará balance.
También falta por comunicar algunos detalles, como la hora exacta a la que los estudiantes deben estar en los puntos de encuentro. Oficialmente se había solicitado media hora de antelación, aunque puede que sea bastante más (incluso más de una hora antes) para poder organizar sin problemas el acceso a los recintos. Para entrar, los estudiantes deben llevar mascarilla, «preferentemente higiénica o quirúrgica». Solo se la podrán quitar mientras estén sentados realizando el examen. Aunque ese 'solo' en realidad es un verdadero alivio para unos jóvenes que anticipaban bastante «agobio» por tener que estar horas con ellas. Sí se la deberán poner, por ejemplo, si se dirigen a algún docente para preguntar dudas. El pelo, como queda dicho, deberá llevarse recogido para evitar tocarse la cara y los alumnos deben seguir las indicaciones de la señalización o del personal encargado de acompañarles a su sitio.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.