No hay EBAU sin polémica. Que si unos exámenes son muy difíciles. Que si en otras comunidades son muy fáciles. Que si algunos han hinchado las notas del Bachillerato. Que si baja la calificación por la ortografía o no. Que si alguna pregunta no se entendía o no entraba en el temario.
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La de 2024 no es una excepción. Los errores detectados en el examen de Matemáticas del miércoles en han obligado a la Universidad de Oviedo a estudiar la posibilidad de realizar «algún ajuste en los criterios de corrección». Si bien es cierto que la institución defiende que «ninguno de los enunciados en cuestión suponía que el ejercicio fuera irresoluble ni aportaba más dificultad», hasta el Gobierno ha tenido que pronunciarse. El consejero de Ciencia y responsable también de la política universitaria, Borja Sánchez, declinó ayer hablar sobre el tema, a preguntas de EL COMERCIO. Defendió que el tema es competencia de la Universidad. Hoy se le ha vuelto a preguntar, tras las el Consejo de Gobierno. «Somos conocedores de la cuestión y nos remitimos a las declaraciones de la Universidad», dijo Sánchez, que explicó que en el momento en que se detectaron los errores hubo coordinación con las presidencias de las 17 sedes del examen para resolver las quejas. El consejero se remite al compromiso de la Universidad de estudiar si hay que hacer «algún ajuste» en los criterio de corrección. En cualquier caso, insiste Sánchez, «la Universidad de Oviedo es la competente en la organización de la prueba«.
Y, desde luego, no es la única universidad española en enfrentarse a problemas similares. Hoy mismo, en la Comunidad Valenciana la Comisión de Materia de la asignatura de Matemáticas II ha reconocido la existencia de un error en el enunciado de una de las preguntas del examen. De hecho, se ha dado traslado a los correctores para que se «favorezca todas las posibles respuestas» y no se perjudique al alumnado. En concreto, el error estaba en el problema 4 , en el que se mencionaba un 'cuadrado' donde debería decirse un 'rectángulo'. Esto, han asegurado los organizadores, «afecta en la resolución del problema si se utiliza una determinada técnica para hacerlo». Y eso que los estudiantes habían salido relativamente contentos con una materia que el año pasado, en esa comunidad, había dado mucho que hablar también.
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En Madrid, la situación ha llevado a los estudiantes a movilizarse y a recoger firmas a través de una plataforma online. Hoy llevan más de 14.000, pidiendo la impugnación del examen de Matemáticas II. En ese caso, parece que el problema está motivado por la dificultad de la prueba, no porque haya errores. Por la dificultad y por la falta de tiempo para resolver los problemas. Pero expertos y profesores consideran muy complicado que los estudiantes consigan lo que pueden, porque no había nada en el examen, aseguran, que no estuviera en el temario.
Y algo similar está pasando en La Rioja, donde algunos estudiantes admitían haberse pasado el examen llorando. Muchos son los que no pudieron terminarlo, debido a su duración y dificultad. Además, se ha generado cierta polémica: la Universidad publicó en su web los exámenes después de que estos hubieran finalizados y se da la circunstancia de que en ese modelo había una aclaración en negrita que no constaba en el examen que se había repartido a los alumnos.
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Ramón Muñiz
Y estas situaciones llevan a los alumnos a comparar y... vuelta al principio, a la polémica por el nivel de dificultad en unas y otras comunidades. Hasta VOX se ha pronunciado en Madrid: «No puede ser que el examen de matemáticas en Madrid parezca el de ingreso al Instituto Tecnológico de Massachussets y el de otras regiones parezca el de ingreso a un club de costura», ha dicho el diputado de la Asamblea de Madrid José Antonio Fúster.
En Cataluña, por su parte, sí se podrá repetir una parte del examen, en este caso de Literatura. El examen incluía un comentario de texto de una poesía que no estaba entre las lecturas obligatorias del curso. En concreto, 'Mientras por competir con tu cabello' de Luis de Góngora. En la práctica, ha supuesto que los estudiantes realmente no han tenido opción de escoger entre las dos preguntas propuestas, porque ésta no la habían estudiado. Por eso, la próxima semana los estudiantes podrán repetir esa parte del examen.
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Lo dicho, ni una EBAU sin polémica. Y, por lo visto, sin errores.
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