«No podemos hacer nada, toca resignarse otra vez y esperar que nos den ayudas»

Algo parecido le ha ocurrido a Sheila González, que inauguró hace diez días su nueva tienda de velas y esoterismo y ahora no sabe si podrá volver a abrir en quince días. «Un negocio nuevo no te permite tener un colchón económico y esto es un mazazo porque yo, además, lo he pasado mal para poder empezar este proyecto», reconoce González.

Tocaba despedirse y ayer se notaba cierto clima de ansiedad por parte de los clientes, que aprovecharon la mañana para hacer sus últimas compras y recados, lo que formó largas colas en bancos, supermercados y algunos comercios minoristas como en Lanas Laura, en cuya puerta llegó a haber hasta quince personas esperando su turno. «Si nos confinan otra vez ya me veo haciendo manualidades como una loca y por eso he querido pasarme a comprar lanas, para que no me falten», reconocían Mónica Hernández y su madre, María Jesús López. «Lo que no esperábamos es que hubiese tanta gente, al menos me alegro de que le hagan gasto el último día porque estos negocios lo tienen que pasar muy mal», apostillaban ambas mientras esperaban la cola en la calle José López Ocaña.

Otros negocios de Avilés preparaban ayer el cierre pensando en la forma de diversificar sus servicios para poder seguir manteniendo parte de sus ingresos durante los próximos quince día. Es el caso de Iván Rodríguez y María Fuentes, dueños de la tienda de bicicletas Iván Doctor Bike de la calle Pruneda. «Desde ahora no podremos seguir vendiendo productos y cerramos al público, pero tenemos esperanza porque nos agarramos a los servicios de mecánica que ofrecemos en nuestro taller», explican estos dos jóvenes emprendedores, que las próximas semanas seguirán atendiendo pedidos a domicilio. «No queda otra, lo que esperamos es que solos sean quince días como dicen, porque si no la cosa se pondrá peor».