Las prestaciones sociales sacaron de la pobreza a 10.000 asturianos en 2021

El documento fue presentado ayer por EAPN Asturias en la sala Europa de la Junta General del Principado. El presidente del Parlamento asturiano, Marcelino Marcos Líndez, dejó claro que «es necesario dejar de pensar en la pobreza como una fatalidad inexorable, como algo inevitable».

A su vez, arremetió contra «cargar la responsabilidad de la pobreza a los pobres cuando, en la mayoría de los casos, hay un amplio sector de la población que no tiene oportunidades ni posibilidades de cambio».

Unas posibilidades que sí tuvieron el año pasado 10.000 asturianos. Según la tasa AROPE, indicador que mide no solo el nivel de ingresos, sino la carencia severa de bienes o la baja intensidad laboral, el año pasado estaba en situación de riesgo de pobreza el 26,3% de la población asturiana. Un punto menos que en 2020.

«¿Es suficiente? No», se pregunta y responde la presidenta de EAPN Asturias. «Si bien hay que reconocer que la comparativa entre 2020 y 2021 es positiva, no hemos regresado al nivel que teníamos en 2015 ni en 2008». En relación a ambos años, marcados por el inicio de la Estrategia 2030, el primero, y por la crisis económica, el segundo, la tasa de pobreza ha crecido en Asturias un 16,9 y un 43,1%, respectivamente.

Las causas para la ligera mejoría se centran «en las transferencias sociales, que en Asturias ya estaban muy consolidadas, que unido a las nuevas han servido de escudo ante la covid», explica Rúa quien reconoce que «las estimaciones iniciales del impacto de la pandemia eran terribles, pero la buena noticia es que el escudo social ha servido».

El escudo social que supuso el Ingreso Mínimo Vital sumado al salario social, implantando en Asturias desde 2005, son claves para que la pobreza severa, que es la que afecta a quienes viven con menos de 530 euros al mes, sea mucho menor en Asturias, un 10,8%, que la media nacional, que llega al 40%.

«Todo lo que tiene que ver con privación material severa es uno de aspectos en los que mejor puntuamos como región. Se debe a que tenemos transferencias sociales ya consolidadas que nos han permitido abordar todo lo que tiene que ver con lo extremo. Es decir, con la pobreza cronificada y muy severa».

El 30% de los menores

Sin embargo, «falta atender a familias que, estando un poquito mejor, están en riesgo y necesitan ayudas», apunta la presidenta de EAPN. Porque tras los porcentajes, lo que se evidencia es que en Asturias hay 266.195 personas en riesgo de pobreza y exclusión. De ellas, 206.910 están, directamente, en situación de pobreza. Y en la foto fija que se hace de esos números aparecen, sobre todo, mujeres. Si el año pasado 10.000 personas residentes en Asturias salieron de la pobreza, la resta llega, sobre todo, de manos de los hombres. En situación de riesgo hay hoy 10.700 asturianos menos. Y 6.000 asturianas más.

«El dato de las mujeres es uno de los resultados que más nos ha abrumado. En esa décima de mejora que tiene Asturias, la situación de las mujeres, al contrario de mejorar, ha empeorado», afirmó Elena Rúa. En su opinión los datos significan que «no se trabaja desde la perspectiva de género». Aseveración que respaldan los números: En 2021 había en Asturias 88.000 hombres en pobreza frente a 118.000 mujeres.

Sin embargo, no es la de género la única brecha de desigualdad que muestra la región. «También hay desigualdad en cuanto al territorio, con mayor problema en las zonas rurales», aseguró Rúa. Así, en 2021 la tasa de pobreza en las zonas rurales ha aumentado un 63,3%, mientras que la de las zonas urbanas ha bajado un 16,6%.

Por edades, quien peor lo tienen son los menores de 18 años, con una tasa de pobreza del 30,6%, frente al 14,5% de los mayores de 64. El resto de población adulta tiene en Asturias una tasa de pobreza del 20,8%.