La piedra en seco asturiana, patrimonio cultural de la humanidad por la Unesco

Se trata de la primera vez que la Unesco incorpora un bien del patrimonio cultural inmaterial asturiano a esta lista. «La piedra en seco está esparcida por todo nuestro territorio, desde las partes más bajas de los valles hasta los altos pastos donde el hombre hacía estas construcciones para subsistir en un ambiente difícil», destacó ayer el consejero, Genaro Alonso, en relación a una técnica que desde la Unesco consideran un «ejemplo» de relación equilibrada entre el hombre y la naturaleza.

Para Alonso, la inclusión de esta tradición en una lista internacional tan prestigiosa y relevante debe verse complementada por un esfuerzo por parte del Principado a la hora de preservar la técnica. «Debemos garantizar la transmisión de esta construcción a las generaciones futuras», afirmó al tiempo que se declaraba partidario de favorecer la creación de escuelas taller donde se instruya sobre las características de la piedra en seco.

Este tipo de muros se realizan mediante el apilamiento de piedras sin usar otros materiales de construcción salvo tierra seca. Además de servir en la prevención de desastres naturales, también contribuyen a luchar contra la erosión y desertificación, a mejorar la biodiversidad y a crear condiciones microclimáticas propicias para la agricultura.

Las personas portadoras del conocimiento sobre esta técnica y que la practican responden a dos tipologías. Por una parte, aquellas que la han aprendido mediante la experiencia y la oralidad, como los propietarios de caserías, que son capaces de mantener y reparar elementos de piedra en seco. Por otro lado, hay un grupo que ha adquirido habilidades mediante otro tipo de formación estandarizada, pero no reglada ni académica.