

Secciones
Servicios
Destacamos
Asturias es la región más envejecida del país, con un índice de envejecimiento en 2021 que ya llega al 251,58%. Lo que esa tasa ... del Instituto Nacional de Estadística (INE) indica es que por cada 100 personas de menos de 15 años hay en Asturias 251 que ya han cumplido los 65. Una tasa que no ha dejado de crecer. Cuatro años antes, en 2017, estaba en 225,71%.
Una población mayor que, pese al aumento de la esperanza de vida y la mejor calidad de esta, continúa necesitando cuidados de larga duración. Mientras sigue abierto el proceso de reforma de la actual oferta para los mayores, básicamente centrada en residencias, centros de día y ayuda a domicilio, la lista de espera para lograr una plaza pública en los dos primeros servicios citados crece.
En estos momentos, son 2.030 los asturianos que aguardan a que quede libre una plaza en un centro sociosanitario de titularidad pública. El grueso de la demanda, 1.716 personas, están a la espera de una plaza en una residencia. El resto, 314, lo hacen por una plaza en un centro de día, los dispositivos llamados a ser la estrella de la Ley de la Dependencia cuando entró en vigor, en 2007, pero que, hasta que este verano la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar modificó las condiciones de acceso, han visto ralentizado su crecimiento debido a la disparidad de ayudas para utilizarlos.
Una cifra, la de 2.030 personas, que supone un crecimiento de un 3% en solo un mes, ya que el dato con el que se cerraba la demanda a 30 de septiembre era de 1.983 personas, de las cuales la mayoría, 1.678, esperaban por una plaza residencial.
Son 38 expedientes más en unos días, lo que deja claro la necesidad de muchas personas de cuidados de larga duración. Aunque el estudio encargado por la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar deja claro que la mayoría de los asturianos prefieren pasar toda su vida en su domicilio, lo cierto es que el deterioro de la salud y la falta de autonomía para la actividades básicas de la vida diaria exigen cuidados de larga duración en muchos casos.
No obstante, desde el departamento que dirige Melania Álvarez se precisa que del volumen total de personas en espera por una plaza geriátrica, «el 40% está ya en una residencia y cobrando la prestación vinculada al servicio». Es decir, ocupan una plaza concertada con la red privada. En total, entre los 1.716 demandantes de plaza geriátrica, «el 68,18% cuentan con una prestación». Incluso hay «un 31,82% al que se le ha ofrecido otra prestación, pero las ha rechazado».
En cuanto a los centros de día, «el 65% de las personas tienen atención» , también en un centro privado, y «un 11% cuenta con una prestación económica vinculada al servicio».
Ellas son mayoría. Lo son en el censo de población, donde el asturiano tiene un índice de feminidad de 109,6%. Es decir, en Asturias hay 109,6 mujeres por cada 100 hombres. Ese protagonismo en el padrón del Principado se traslada, también, a la lista de espera para una plaza pública sociosanitaria. Según los datos de la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar, siete de cada diez peticiones las firma una mujer. Ellas son el 71% de la lista geriátrica. Y el 74% de la de centros de día.
La demanda tiene, por otra parte, dos claros protagonistas: la oferta de Oviedo y Gijón. La capital y la ciudad más poblada son el destino al que aspiran la mayoría de las personas que están en lista de espera para utilizar un servicio sociosanitario.
Así, la favorita es la residencia Santa Teresa, en Oviedo, que tiene una lista de espera de 228 personas. Los primeros puestos del ranking siguen siendo para centros de Oviedo. El Cristo tiene una demanda de 190 personas y Monte Naranco suma 183 expedientes en cola. A ellas le siguen, por orden de peticiones, la residencia de La Tenderina (158 peticiones) y Trisquel (113).
La gijonesa Residencia Mixta de Pumarín aparece en quinto lugar, con 164 peticiones. En Gijón le sigue la residencia Clara Ferrer, con 147 casos, y la Aurora Álvarez, con 100. Los apartamentos de Oviedo y Gijón tienen 27 y 24 peticiones, respectivamente.
En cuanto a los centros de día, el gijonés de la Mixta copa las peticiones, con 78; seguido del ovetense de La Tenderina (72) y, de nuevo en Gijón, el de Clara Ferrer (63).
«No puedo cuantificar el total, pero nuestros centros están al cien por cien». Arsenio Alonso, presidente de la patronal geriátrica Ascege, que aglutina a la mayor parte de la oferta concertada en Asturias, confirma la vuelta a la normalidad de la demanda geriátrica tras pasar la pandemia.
La llegada de la covid y su especial virulencia en los centros sociosanitarios, especialmente en las plazas de residencia, hizo que muchas personas postergaran la opción de cambiar su domicilio por un geriátrico.
Eso, unido a la obligatoriedad de ampliar distancias entre usuarios y de reservar un 5% de las plazas disponibles para crear salas de covid llevó a las residencias asturianas, como a las del resto del país, a bajar a mínimos de usuarios.
Sin embargo, el cambio de modelo de los cuidados de larga duración que la covid precipitó, con unidades convivenciales más pequeñas, así como el protagonismo de las habitaciones individuales frente a las dobles, ha hecho que las residencias vuelvan a ser el equipamiento más solicitado para atender a personas con multipatologías o gran dependencia.
Confianza de las familias
Así lo confirma Marisol García, que preside la Asociación de Residencias Geriátricas de Asturias (Argas), la que mayor número de empresas tiene asociadas. «Ha aumentado mucho la demanda en la red privada», asegura, a la vez que ofrece su explicación del cambio de tendencia. «Parece ser que las familias nos consideran serios y responsables para atender a sus familiares».
Porque tanto desde Ascege como desde Arga s se reclamó, desde el inicio de la pandemia, ayuda para hacer frente a la llegada del coronavirus y frenar la imagen de lugares con gran incidencia de la enfermedad que podían mostrar las estadísticas.
Los centros de día sufrieron aún más la crisis de la covid, ya que se les obligó a cerrar para evitar los contagios y su vuelta a la normalidad fue paulatina. Ahora, con el cambio en las ayudas a la dependencia, la demanda de plazas ha aumentado.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.