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Natalia Torrente (del diario deportivo digital 'Relevo'); Candela Gordovil ('El Diario Montañés'), Ramón Muñiz (EL COMERCIO) y Daniel Martínez ('El Diario Montañés'), recibieron los accésits de la Fundación Vocento. I. PÉREZ
Periodismo para cambiar el mundo
XXXVII Premio de Periodismo de EL CORREO

Periodismo para cambiar el mundo

Ramón Muñiz, periodista de EL COMERCIO, recibe uno de los áccesits del Premio 'El Correo' por las informaciones que destaparon el escándalo de los trenes que no entraban por los túneles

Martes, 28 de mayo 2024, 02:00

«Feve sigue sin recibir los trenes que encargó hace tres años por una confusión en sus dimensiones». Así tituló su información Ramón Muñiz en EL COMERCIO el 24 de enero de 2023 y que provocó un escándalo que superó los límites de Asturias y Cantabria y tuvo una repercusión nacional. Semanas después de dar en primicia esa noticia, fruto de una investigación iniciada meses antes, nuestro compañero recibió ayer el primer accésit del Premio de Periodismo 'El Correo', de la Fundación Vocento. Un reconocimiento compartido por Candela Gordovil y Daniel Martínez, periodistas de 'El Diario Montañés', quienes también colaboraron en la serie de reportajes llevados a cabo por EL COMERCIO y el periódico cántabro y que sacaron a la luz el escándalo de los trenes. «Un ejemplo magnífico de periodismo ciudadano sobre un tema relevante para las comunidades de Asturias y Cantabria», destacó el jurado en su fallo. También recibió un accésit otra periodista de Vocento, Natalia Torrente, cuyas informaciones en el diario deportivo digital 'Relevo' contribuyeron para destapar lo que la Federación de Fútbol no quería que se supiera del 'caso Rubiales' tras el beso no consentido a Jenni Hermoso. El Premio de Periodismo de 'El Correo' ha recaído en Sergio del Molino por su artículo 'Contra la catequesis del mundo de hoy', publicado en la revista digital 'Ethic'.

La entrega de los prestigiosos galardones de la Fundación Vocento fueron entregados ayer en Bilbao. En él se reivindicó el buen periodismo y el compromiso que los medios de comunicación tenemos con los ciudadanos para ofrecerles una información veraz y rigurosa en un momento donde los bulos y las noticias falsas son una de las grandes amenazas de la democracia.

  • Los premiados Sergio del Molino, Premio de Periodismo 'El Correo' por su artículo 'Contra la catequésis del mundo de hoy'; Ramón Muñiz (EL COMERCIO) y Candela Gordovil y Daniel Martínez ('El Diario Montañés'), por sus informaciones que llevaron a destapar el escándalo de los trenes que no entraban por los túneles; Natalia Torrente ('Relevo'), por sus informaciones sobre el 'caso Rubiales' que sirvieron para poner voz al denominadao #MeToo español..

  • Jurado José Miguel Santamaría (director de EL CORREO), presidente del jurado; vocales, Enrique de Ybarra (presidente de la Fundación Vocento), José María Bergareche (consejero de 'El Correo'), Íñigo Barrenechea (director general de 'El Correo'), Carlos Aganzo (director de la Fundación Vocento) y César Coca (director del Aula de Cultura de 'El Correo).

  • Ganadores anteriores Juan Cano, Isabel Coixet, Javier Gomá, Adela Cortina, Harkaitz Cano, Lorenzo Silva, Miguel Zugaza, Antonio Elorza, Juan Carlos Pérez de la Fuente, Francesc de Carreras, Fernando Velázquez, Gonzalo Suárez, Kirmen Uribe, Manuel Montero, Luis González Seara, Manuel Jesús González, José Luis Villacañas, Álvaro Pombo, José Carlos Mainer, Santiago González, Ferrán Gallego, Eugenio Trías, Iñaki Ezkerra, Luis Alberto de Cuenca, Roberto Velasco, Gurutz Jáuregui, Vicente Palacio Attard, Francisco Nieva, Feliciano Correa, Rosa Montero, Juan Pablo Fusi, Julio Llamazares, Aurelio Arteta, Cristóbal Halffter, Jon Juaristi y Pablo Lucas Verdú.

Ramón Muñiz (Tarrasa, 43 años) estudió Periodismo en la Carlos III de Madrid y foroma parte de la plantilla de EL COMERCIO desde 2008. Volcado en la información regional, fue el primero en darse cuenta de la mayor chapuza ferroviaria en la historia del transporte español. «Recibo el primer aviso un año antes de que publicáramos nada», rememora. «Fue una historia de larga gestación. Aunque la fuente era de absoluta confianza me resultaba tan inverosímil que no podíamos lanzarnos sin verificación». Tras un año de trabajo, todo estalló a finales de enero de 2023, cuando EL COMERCIO publicó que el contrato estaba bloqueado por un problema con las dimensiones. «Transportes lo confirma y seguimos rascando», recordó ayer.

Muñiz admite que todavía no es capaz de explicar «por qué esta chapuza alcanzó un marco mediático y político a nivel nacional». «Yo perseguía una historia, pero no fui capaz de prever las consecuencias que tuvo. Nos llamaron medios de Estados Unidos y Reino Unido para preguntarnos si los trenes estaban hechos. Fue tremendo».

La cosa se salió de madre, hasta el punto de que el alcalde de Algeciras pidió los trenes para su tierra. «Entramos en la dinámica del 'meme' y la noticia tuvo vida propia», observa. En esta era de las redes sociales, el periodista siempre tiene que estar presente y dar la noticia antes que nadie. Ser 'trending topic'. Ramón Muñiz explica que su trabajo cotidiano ya no se entiende sin Twitter y compañía. «Durante un año estuve desesperado buscando confirmación de esta historia. Y a una de las personas que lo hicieron la descubrí porque hizo un comentario en redes sociales. No la conocía, pero se veía que sabía de lo que hablaba. En las informaciones ferroviarias las redes son importantes si ves quién sabe y quién no. Fuimos los primeros en dar la información, pero no tuvimos prisa después de un año armándola».

El director de EL COMERCIO, Ángel González, Juan Carlos Martínez, ex director de nuestro diario, y Carlos Aganzo, director de la Fundación Vocento. I. Pérez

Muñiz resume lo que más le gusta de su oficio: «Llegar a casa y estar tranquilo con lo que he hecho. Es un trabajo con gran responsabilidad, hablas de personas humanas. Y quiero dormir tranquilo».

El derecho a opinar

La información veraz, rigurosa, siempre fiel a la verdad... Y siempre dando cabida a todas las opiniones. Ese es el papel de los periodistas y de los medios de comunicación. El ejemplo del autor Salman Rushdie, perseguido y amenazado de muerte desde 1988 por su obra 'Los Versos Satánicos', sirvió ayer al periodista y escritor Sergio del Molino para poner nombre propio a la tesis que defiende en el artículo ganador del XXXVII Premio de Periodismo de 'El Correo': «Rushdie se pone de parte de gente que le ataca, y le atacaron muchísimo. Una de las cosas más desoladoras que ves en su autobiografía es cuando un montón de amigos y de intelectuales justifica la 'fatwa'. Y le acusan a él de haberla provocado. Cuestionan incluso el gasto público para protegerlo. Él se duele, y se duele de los insultos diarios. Pero, pese a todo lo que le duele, defiende el derecho de los demás a opinar lo que quieran».

Ahondando en esta trágica historia, el galardonado recordó que Rushdie podría haber acudido incluso a los tribunales para prohibir una película de Bollywood donde acaba asesinado y despedazado y todos lo aplauden. «Pero él se negó, dijo 'si yo prohíbo esto, he perdido mi hogar'. Y tenía toda la razón. Yo creo que esa es la actitud. Creo que ese es el camino que deberíamos seguir. A veces tenemos la piel excesivamente fina. Debemos estar dispuestos a ser ofendidos y ofender también. Ese derecho forma parte de la vida social de la comunidad».

Del Molino se explayó ayer de este modo en una amena conversación con César Coca, director del Aula de Cultura de 'El Correo', en la sede de la Sociedad Filarmónica de Bilbao, la fórmula para celebrar la entrega de este premio y de los accésits. El artículo de opinión merecedor de la máxima distinción fue publicado en 'Ethic' y se titulaba 'Contra la catequesis del mundo de hoy'. De él, el jurado valoró «su defensa de la libertad de pensamiento sin fisuras y con un lenguaje preciso y no exento de ironía».

Resumiendo, Del Molino pedía en aquel texto que, por favor, no le dieran más sermones, y hablaba de los «nuevos catequistas» que pretenden imponer el pensamiento único. ¿Y quiénes son esos catequistas? ¿Son como los de antes, como los misioneros que iban por el mundo a cristianizar a la gente, quisieran o no?. «Estos también quieren que te conviertas», contestó el escritor, y eligió un tema polémico para explayarse con humor: «Por eso me ha gustado siempre la cultura judía, que no es la más popular hoy. Al judío le da igual que te conviertas o no. De hecho, pone muchas trabas a que te conviertas. Hacerte judío es más difícil que hacerte ingeniero. Tienes que estudiar mucho, porque no les interesa, reniegan del proselitismo. Pero las demás religiones, tengan un dios o no, hacen del proselitismo su razón de ser, quieren convertirte. Necesitan que todo el mundo esté a su favor. Es impensable que te vayan a dejar en paz».

Habló también Del Molino también de cómo la política es cada vez más cercana a una religión que a un debate de ideas: «Percibes que hay un pensamiento religioso y un sustento religioso en algo que aparentemente no lo tiene. Cuando ves que se exigen adhesiones y hay excomulgados y herejes. Y cuando en un grupo suceden estas cosas, no hay debate intelectual, hay un objeto religioso. La política cada vez más se manifiesta en esa clave, los partidos, tienden a tenr un movimiento religioso como lo tenían en el siglo XIX, como en épocas muy ideologizadas».

«Tenemos un mundo más religioso donde los que no estamos cómodos y no queremos conmulgar ni ir a catequesis lo vamos a tener cada vez más difícil y vamos a estar más solos. Pero bueno, nos iremos reconociendo y juntando en el bar. Las afinidades selectivas siempre funcionan», bromeó.

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