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Hace casi un año que la Dirección General de Tráfico (DGT) obligó a restringir la velocidad máxima en parte de las ciudades a 30 kilómetros por hora. La medida buscaba atajar la siniestralidad y facilitar de paso la convivencia en los asfaltos urbanos entre ... los turismos, las motos y un tipo de vehículo que está en auge: los patinetes, bicis eléctricas y otros artilugios etiquetados como Vehículos de Movilidad Personal (VMP). Los datos que está recopilando la DGT apuntan a que la limitación de la velocidad en términos generales está reduciendo el volumen de accidentes, pero un informe hecho público hoy por la Fundación Línea Directa evidencia que también hay margen de mejora del lado de quienes usan los VMP.
Según el sondeo, el 34% de los asturianos entrevistados se dijo usuario habitual de un patinete, bicicleta eléctrica o similar, mientras que un 60% ve probable dar ese paso debido al «incremento del precio del combustible y las restricciones urbanas a los coches». El trabajo indica que «en Asturias, el 67% de los usuarios de VMP reconoce circular en alguna ocasión por la acera, el 49% circula sin casco y el 36% ha sobrepasado en alguna ocasión los límites de velocidad establecidos para estos vehículos», que es de 25 kilómetros por hora. El informe concluye que « no es de extrañar que los usuarios de patinetes eléctricos sean los conductores con peor imagen: solo el 14% de los encuestados creen que cumplen habitualmente las normas».
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La encuesta se basa en entrevistas a 1.700 personas en todo el país. Entre las preguntas formuladas está si el ciudadano se había visto envuelto en algún accidente cuando usaba el patinete o bicicleta eléctrica. A nivel nacional el 8,6% reconoció haber tenido al menos un siniestro o caída, siendo Asturias la comunidad en la que por ahora menos percances se comunicaron: solo el 4% de los encuestados reconocieron haberse visto en esa situación.
«Gracias a su sencillez y sostenibilidad, las nuevas formas de movilidad urbana son ya una realidad en nuestras ciudades. Pero si no tomamos conciencia de los riesgos, las previsiones son preocupantes, sobre todo teniendo en cuenta la evolución de la accidentalidad urbana. Por eso es fundamental que, ahora más que nunca, sigamos las normas y recomendaciones de la DGT con el objetivo de asegurar entre todos una movilidad segura, sostenible e inclusiva en nuestras ciudades», instó Garre, Directora General de la Fundación Línea Directa. El informe asegura que entre 2011 y 2019 a nivel nacional se disparó un 42% la siniestrabilidad urbana. El pasado año, agregó, se registraron casi 7.000 víctimas entre ciclistas y usuarios de patinetes.
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